Ayer se cumplió una semana de entrenamiento, ¿cómo se encuentra?

Estoy muy contento. Con objetivos e ilusiones renovadas.

¿Cómo va la adaptación de los nuevos? ¿La diferencia cultural e idiomática está siendo una barrera?

El caso más complicado está siendo el de Ibrahim Kas debido al tema del idioma. Sin embargo, Polanski es un fenómeno, ya entiende el español mejor que Contra (risas). Es algo a lo que estamos acostumbrados porque todas las pretemporadas se van siete u ocho personas y llegan otras tantas.

¿Qué valores les intenta transmitir?

No hace falta dictar normas a seguir. No creo en las pautas de actuación impuestas, como sucede en algunos clubes. Los valores entran más por los actos de la gente. Los jugadores que llegan ven cómo actuamos y detectan por dónde va el equipo. La ventaja de este club es que todos saben el aire que se respira sin que se diga nada. Incluso desde fuera se ve.

Con la llegada de Víctor comienza una nueva etapa. ¿Su propuesta es una ruptura respecto a años anteriores?

Ruptura no, pero Víctor está introduciendo conceptos nuevos que se deben sumar a los que existían ya. Es normal que el técnico que llega quiera poner su sello al equipo porque para eso es el capitán del barco. Su meta es conseguir que el equipo funcione, de ahí que cada entrenador aproveche lo que ya había y mejore los detalles que no funcionan.

¿Está trabajando más con la defensa tras el incremento de goles la pasada campaña?

Víctor trabaja mucho la táctica, algo que no se hacía desde la época de Quique. Es bueno refrescarlo. Cuando llegan compañeros nuevos se debe trabajar la coordinación. El año pasado, por las características y la manera de entender el fútbol del entrenador, se incidió más en atacar y defender era un marrón para el equipo.

Si se ha reforzado la defensa ha sido porque el pasado año hubo una plaga de lesiones...

Todos los centrales nos lesionamos. En una determinada época, los golpes y los esguinces eran frecuentes. La pasada temporada sufrimos mucho y jugamos varios partidos en unas condiciones físicas sólo aceptables y, pese a todo, no logramos malos resultados.

Un denominador común de los refuerzos es su juventud, ¿es la veteranía un hándicap?

La combinación entre experiencia y juventud es clave para lograr el éxito. Los veteranos están involucrados con el club y saben estar en el campo, mientras que los jóvenes tienen hambre e ilusión por el triunfo. Los chavales aprender a actuar en el terrenos de juego y los mayores se dan cuenta de que no lo tienen todo hecho. Se nutren los unos de los otros. Ese es uno de los secretos de este club, combinar los dos roles.

Ángel Torres dijo que esta plantilla era la mejor desde que él era presidente...

Creo que todos los presidente cuando llega agosto dicen lo mismo y eso es bueno. Eso significa que tienes la confianza de tu presidente y te hace sentir orgulloso.

El objetivo del equipo es la permanencia, pero ¿qué retos le quedan aún por cumplir?

El fútbol es muy duro, pero yo a las dos semanas de vacaciones ya deseo volver a competir. Vivo de eso. Lo necesito como respirar. Además, el fútbol no entiende de DNI o pasado. Tengas los años que tengas, debes rendir al máximo.