No estoy para tirar voladores, pero tengo el alta médica desde el pasado día uno y mucha ilusión por volver a mi trabajo", manifestó Enrique Castro Quini, quien el próximo lunes se reincorporará a su puesto de delegado del Sporting, que transitoriamente ocupó Paco Sanz, durante el periodo de su enfermedad. Sin embargo, el ex jugador rojiblanco puntualizó que "ya empecé hace unos días y vengo por aquí con frecuencia porque no sé vivir sin Mareo".

El 'Brujo' ofreció ayer una rueda de prensa en la que apareció con su habitual sonrisa y una imagen en la que empieza a recuperar el pelo. El mítico ex futbolista quiso "explicar, como hice cuando tuve que dejar el puesto, por enfermedad, el motivo de mi vuelta". El mítico ex jugador rojiblanco aprovechó la ocasión para "agradecer las numerosas muestras de cariño y apoyo que recibí, que me desbordaron".

Quini solicitó quedar desde ahora al margen, ya que "el protagonismo lo tiene el equipo y los jugadores", en una temporada que será "complicada", pero está convencido de que "va a salir bien", porque, aunque valora "el potencial del Real Madrid, Barcelona, Atlético o Valencia, los equipos grandes van a tener que sudar sangre para ganarnos", ya que, según analizó, "este Sporting va a dar la cara".

Quini subrayó que "el reto es difícil, pero posible, porque hay equipo para mantenerse en Primera". Una de sus ilusiones será "volver al Camp Nou, pero los mismo a que a otros campos de Primera". Según añadió, "para muchos jugadores será la primera vez que jueguen en Primera, lo que significa una ilusión muy especial".

El delegado gijonés estuvo esperando hasta entrada ayer para conocer el resultado del sorteo del calendario, aunque indicó que "sólo faltan las fechas, porque los hoteles y los viajes ya están todos programados", así como los viajes de la pretemporada.

La mejor terapia, el ascenso

Quini se sintió muy reconfortado en "los últimos partidos, en los que se logró el ascenso", aspecto que valora como una terapia, así como su presencia en Mareo. El Brujo vivió "con mucha alegría la fiesta del ascenso", pero matizó que "hay que poner los pies en el suelo y pensar que nos queda una temporada dura". De todas formas, aseguró que "van a llegar refuerzos" y subrayó que "tenemos un equipo que juega con 14 o 15 jugadores en el estadio El Molinón, porque esta afición, lejos de presionar a los jugadores, tiene un comportamiento que es un estímulo que influye también en los contrarios". Por otro lado, indicó que le gusta el calendario, ya que "es mejor enfrentarse a los grandes al principio", porque es la mejor época para poder sorprenderlos".