El barrio turco de Basilea vibra: "La fe nos permitirá ganar"

Semifinales Eurocopa 2008 | Alemania - Turquía

El barrio turco de Basilea vibra: "La fe nos permitirá ganar"

Son inmigrantes desde los 60

Me llamo Semih, que significa "hijo de un turco. Nací en Basilea, y mi padre quiso ponerme ese nombre para mantener vivo el espíritu de mi país en la familia". La historia de este joven de 22 años es común a la de los cuatro millones de turcos que están censados entre Alemania, Austria y Suiza, la minoría más numerosa. "Mis padres emigraron en la década de los 60 a Berlín buscando trabajo. Mi madre vive ahora aquí conmigo. Mi padre, que trabajó duro en la construcción, murió en Alemania".

Semih, suizo de segunda generación, camina por el barrio de Kleinbasel como si estuviera en su casa. Mira a derecha e izquierda mientras saluda a sus compatriotas turcos, la mayoría sentados en austeras sillas en las puertas de sus comercios, cafés, restaurantes de comida rápida, peluquerías. Kleinsbal es el barrio turco de Basilea. Las banderas con la media luna adornan la gran mayoría de los balcones y se palpa la tensión de la oportunidad histórica de llegar a la final de un gran torneo.

Turkishstrasse. Semih nos conduce al bar más futbolero del barrio, situado en la calle Klybeckstrasse, a la que ellos han cambiado el nombre por el de Turkishstrasse, dado la aglomeración de comercios turcos. Süleyman Yasar se levanta de la mesa en la que juega al dominó. "¡Españoles! Yo hablo un poco. He tenido muchos compañeros gallegos en la fábrica de televisores. Ahora estoy jubilado!", comenta escondido detrás de un gran bigote.

Basilea, casi en la frontera germana, se ha convertido en el retiro de muchos turcos que han gastado su vida trabajando en Alemania. Gürhan Golpan, de 55 años, se une a la conversación: "En los 60 llegaron cientos de miles de turcos a Alemania después de una serie de acuerdos que se alcanzaron entre los dos países. El país estaba en reconstrucción. Luego siguieron llegando después del golpe de estado del 80. La gente salió de allí por problemas políticos, sobre todo los kurdos".

Nadie quiere hablar de las condiciones de trabajo del pasado. Ahora su vida es diferente y disfrutan del fútbol: "Turquía vencerá a Alemania porque tiene fe, eso es lo que nos ha llevado hasta las semifinales". Se animan, cogen sus banderas, cantan. Turquía tiene una numerosa hinchada detrás.