Me lo esperaba. No sé por qué, cuando rara vez acierto un resultado. La euforia que sentía entre los portugueses me daba miedo, mucha confianza para tratarse de un partido de cuartos en un Europeo. Demasiadas ilusiones puestas en su selección cuando enfrente se iban a encontrar a Alemania. Vi el partido rodeada de lusos y me resultó más difícil aún asistir a su eliminación. Tanta desilusión.

Portugal despertó demasiado tarde, la selección lusa tenía potencial para más y defraudó. "Demasiado malo para ser verdad", me decían. "¿Dónde están nuestros jugadores?" Por momentos volvió la esperanza, los goles de Nuno Gomes y de Hélder Postiga hicieron soñar en los penaltis que tan bien se les dieron en otros campeonatos. Pero se quedo en eso, en esperanza. "Suerte de Scolari que ya firmó con el Chelsea", susurran los portugueses. Y tanto, aunque fue un triste final para un entrenador que tanto ha hecho por la selección portuguesa. Se va con conciencia tranquila, y cree que sus jugadores dieron lo mejor de sí. Los portugueses no piensan así, esperaban más de la selección. Buena suerte, Scolari.