"Le dije a Agüero que algún día jugaré con él"

Primera | Atlético de Madrid

"Le dije a Agüero que algún día jugaré con él"

"Le dije a Agüero que algún día jugaré con él"

JESÚS RUBIO

Clemente Villaverde peleó lo indecible y la 'Ley 19/2007 del 11 de julio contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte' propició que muchos jóvenes no nacidos en España puedan jugar en equipos de cantera de categoría nacional. El Atlético ha sido pionero.

Cualquiera que se dé una vuelta por El Cerro del Espino de Majadahonda podrá darse cuenta de que en los equipos de cantera del Atlético hay un elevado número de jugadores de color, futbolistas africanos que quieren labrarse un porvenir en la entidad madrileña. El Atlético fue el primer club que peleó para que los extranjeros pudieran jugar en categoría juvenil en competición nacional y lo logró.

Clemente Villaverde luchó lo indecible para que los chavales nacidos fuera de nuestro país compitieran federativamente en el fútbol de cantera. Así, salió la Ley 19/2007 de 11 de julio contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Esta ley es contraria a cualquier tipo de discriminación en cuanto al origen de las personas.

Desde entonces, cualquier chaval en edad juvenil con permiso por estudios o por el trabajo de sus padres puede inscribirse en las categorías nacionales. Y el Atlético ha incorporado a dos chicos gracias a esta Ley. Uno es congoleño, Cedric Mabwati y otro nigeriano, Ekene Anthony Ozoh, conocido por sus compañeros como Tony. Cedric, que tiene 16 años, jugará la próxima temporada en el Atlético B, el conjunto filial. Este delantero congoleño es una de las más firmes promesas del fútbol base rojiblanco. Tony jugará en el juvenil rojiblanco el próximo ejercicio. Para ellos la Ley aprobada por el Parlamento español es el principio de una serie de sueños que empezaron a forjarse muy lejos de Madrid.

Cedric nació en Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo. Pero estuvo poco tiempo allí y su familia se marchó a Camerún. De allí, con 12 años, Cedric recaló en Salamanca. Su madre y sus dos hermanos también vinieron a España: "Empecé a jugar al fútbol en el colegio, luego en el Santa Marta. Jugué un partido contra el Atlético cadete y le marqué un gol. Me dijeron que fuera a Madrid a probar una semana y sigo aquí". De aquello hace año y medio y este extremo izquierdo "con mucha velocidad" ha firmado un contrato con el Atlético hasta 2011.

Cedric sabe que en el filial no lo tendrá fácil. La Segunda B no es una categoría sencilla y menos para un niño de 16 años: "Ser jugador profesional es un sueño. Aún lo veo lejano. Mi reto es ser mejor cada día, aprender del fútbol. Quizá en un futuro pueda ver cumplido mi sueño". Su madre y sus hermanas le siguen con pasión: "En igualdad de condiciones vitales, un chico español y uno africano pueden ser igual de buenos jugando al fútbol".

Tony es nigeriano, tiene 18 años y lleva tres en el Atlético. Nació en Lagos, donde jugaba al fútbol en la calle. Se fue a Portugal a probar con una selección nigeriana, pero la experiencia no fue positiva. Vio la luz porque en España vive un tío suyo. "Al principio llegué con un visado de tres semanas". Primero vivió en una casa de acogida de la Comunidad de Madrid. De eso hace ya cinco años: "Me vieron jugando en Las Rozas y el Atlético me fichó". Tony es delantero también: "Mi ídolo es Etoo, un león. Un día estuve con Agüero en un entrenamiento y le dije: 'Algún día jugaré contigo".