Podolski arranca sus raíces

Eurocopa | Alemania 2 - Polonia 0

Podolski arranca sus raíces

Podolski arranca sus raíces

Reuters

Lukas Podolski, nacido en Gliwice (Polonia), fue el artífice de la victoria de Alemania sobre Polonia, al anotar los dos tantos de la selección germana, que logró su primer triunfo en una Eurocopa desde que ganara la final de la de 1996 ante la República Checa.

Joachim Loew, ''segundo'' de Juergen Klinsmann en el último Mundial y relevo de éste tras el citado campeonato, se salió con la suya. Sacrificó de inicio a Schweinsteiger -que entró en la reanudación- en beneficio de Podolski, el héroe del partido, que jugaría por detrás de Klose y Mario Gómez. El técnico germano confió en el meta Lehmann y en su pareja de centrales, para la que no dudó en esperar por la recuperación del madridista Metzelder para alinearlo junto a Mertesacker, dejando la manija a Ballack.

El holandés Leo Beenhakker, que hizo historia al clasificar a Polonia, por primera vez en su historia, para una fase final del principal torneo por naciones del Viejo Continente, perdió en las jornadas previas a Blaszczykowski y salió con Ebi Smolarek (Racing de Santander) como hombre punta. Mostró un planteamiento valiente, sin renunciar al ataque. Que resultó arriesgado.

En el cuarto minuto, Alemania ya se pudo adelantar. Con la defensa polaca desbordada, Klose le ''regaló'' un gol cantado Gómez, que llegó tarde a un balón que salió rozando el poste de la meta de Boruc. Y no perdonarían los alemanes su segunda ocasión clara. De las botas del delantero de origen español salió un pase al hueco hacia Klose, que repitió alarde de generosidad y le cedió el balón a Podolski, que marcó a placer.

No bajó los brazos Polonia, que pudo nivelar en dos ocasiones en las que fue protagonista Lobodzinski, primero con un disparo cruzado (en el 27) y más tarde sirviendo un pase de la muerte a su capitán Zurawski (m.36) que no entró por poco. También se sumó a la ofensiva Levandovski, el ''Gattuso'' polaco, con sendos disparos desde lejos a falta de siete para el descanso y justo al borde del pitido, en un tramo final de la primera parte en la que las entradas por la derecha de Fritz pudieron haberle causado daño al equipo de Beenhakker.

El holandés dio entrada, tras el descanso y en sustitución de Zuravski a Guerreiro -nacionalizado en mayo, tras cinco años en el Legia Varsovia-. Secundado por Krzynovek por la izquierda y -hasta que fue reemplazado- por Lobodzinski en banda derecha, el medio de origen brasileño reforzó la idea de que Polonia llegó a Klagenfurt con la idea de ganar el partido.

El triunfo de Robert Kubica en Montreal, el primero de un piloto del antiguo bloque del Este en un Gran Premio de Fórmula Uno -y el primero que lidera ese Mundial- dejaba entrever que la jornada podía ser mágica para el deporte polaco. Pero Alemania no luce su palmarés por casualidad.

Poco después de que Ballack, en el 70, hiciese lucirse a Boruc, un fallo defensivo de Golonski fue aprovechado por Schweinsteiger y el semifallo de Klose dejó el balón a los pies de Podolski, que de un fuerte disparo colocó el definitivo 2-0.

Después de 16 partidos, la valiente Polonia salió de la capital de Carintia de nuevo con su marcador de victorias frente a Alemania a cero. Y el último gol que le metió un polaco a un alemán en un partido de selecciones data de 1980. Fue Boniek, que hoy estuvo en el palco junto a Michel Platini. Aquel día también cayeron ante el vecino antipático. Por tres a uno.