¿Cómo ha vivido estos días que suponen para usted un final de etapa?

Estoy contento porque hemos conseguido el objetivo, pero triste porque en estos días me he despedido de mucha gente que ha sido importante en mi vida. Es una mezcla de sensaciones.

¿Tiene que ser duro después de tantos años?

Han sido nueve años y medio que me han dado para hacer muy buenos amigos. Es duro, pero a la vez se abre otra puerta.

¿Cómo ha sido la despedida?

La verdad es que entre los jugadores no ha sido nada especial. Hemos estado juntos, nos hemos dado un abrazo y nos hemos deseado suerte. Como yo, habrá otros jugadores que tampoco estén vistiendo esta camiseta el año que viene, es la ley del fútbol.

En estos últimos meses, en los que todos sabíamos lo que iba a pasar, ha querido mantenerse al margen y hablar lo menos posible. ¿Cómo lo ha vivido?

Llevo mucho tiempo aquí y nunca he levantado la voz. Hace meses que sabía que mi renovación, por unas cosas o por otras, estaba muy difícil y el tema se complicaba porque estaba jugando y de repente dejé de hacerlo. Ha sido bastante complicado, sobre todo para la gente que te rodea, porque a nosotros, los deportistas, los palos que te van dando nos suelen motivar más. Creo que he sido respetuoso con mis compañeros y con el técnico y al final lo importante es que la entidad ha conseguido el objetivo.

Al aficionado le extrañó mucho que usted dejara de jugar de una forma tan repentina, justo cuando se supo que había firmado por el Getafe. ¿Qué piensa usted al respecto?

A mí este tipo de cuestiones me gusta hablarlas cara a cara. Las conversaciones que yo tuve en su momento, con las personas que merecía la pena hacerlo, se van a quedar entre nosotros. Por mi parte no saldrá ni una palabra de lo que se dijo en aquellas conversaciones.

¿Cierra usted la puerta definitivamente al Valladolid? ¿Se va con rencor?

El fútbol da muchas vueltas, nadie sabe lo que puede pasar. Lo que esta claro es que esté donde esté el Valladolid siempre será mi equipo y miraré de cerca todo lo que le ocurra. Ahora he firmado cinco años con el Getafe y sólo pienso en demostrarles que no se han equivocado, luego ya veremos.

¿Cuáles han sido los mejores y los peores momentos durante estos años de blanquivioleta?

El mejor lo recuerdo perfectamente, fue un 29 de diciembre. Yo estaba en el pueblo con mis amigos y me llamó Fito, el delegado del Juvenil, para decirme que al día siguiente tenía que entrenarme con el primer equipo. Fue una sensación tan especial que nunca se borrará de mi memoria. De los peores momentos es mejor olvidarse.

Ha apostado usted siempre por quedarse, a pesar de que en ocasiones se lo han puesto muy difícil. ¿Se va con la sensación de que ha cumplido el objetivo a nivel personal?

En el mundo del fútbol no hay nada escrito. Yo siempre he confiado en mí, nunca he querido ser más que nadie, pero he tenido autoestima porque confiaba en mis cualidades y en mi capacidad de trabajo. Al final me voy contento, sobre todo por mi gente. He demostrado que puedo jugar en Primera División.

¿Qué último mensaje quiere mandar a la afición?

Me ha dolido mucho tener que escuchar cosas como pesetero por la calle. Los que me conocen saben que no me quedo porque no se han dado las circunstancias, pero que nunca me he movido sólo por el dinero. Creo que ha habido mucha gente que me ha apoyado y se lo agradezco de corazón. No cierro la puerta a volver algún día al Valladolid.