Las sondeos dicen que el culé no se fía de Guardiola

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Las sondeos dicen que el culé no se fía de Guardiola

Las sondeos dicen que el culé no se fía de Guardiola

enric fontcuberta

La inmensa mayoría prefería a Mourinho antes que a Pep

El barcelonismo recela de Pep Guardiola y su apuesta para el banquillo hubiese sido José Mourinho. Es lo que se desprende de las encuestas realizadas en Barcelona por prensa, radio y televisión desde que el presidente Joan Laporta confirmó lo sabido: el fin de la etapa de Frank Rijkaard y el inicio de la de Guardiola.

Casi un sesenta por ciento de los encuestados por la emisora RAC 1 cree que el técnico portugués debió ser el sucesor de Rijkaard, un cuarenta por ciento en Sport. Más de un ochenta por ciento de los encuestados por Mundo Deportivo opina que Pep no da el perfil del técnico que necesita el club ahora. En El Periódico se opina mayoritariamente (más del setenta por ciento) que no es oportuna la elección de Guardiola y en La Vanguardia se sostiene que no será un buen entrenador, también por encima del ochenta por ciento de los encuestados.

Toma así cuerpo en la Ciudad Condal la idea de que el Barça necesitaba un técnico "experto y con mano dura" (coinciden varios artículos de opinión) y no un debutante. La sombra de Fabio Capello en el Real Madrid post galáctico vuela sin duda en el ánimo de los barcelonistas que, por lo visto hasta ahora, estarían más tranquilos si Laporta hubiese puesto el club en manos del ex entrenador del Chelsea y ayudante en su día de Louis Van Gaal en el propio Barça.

El club maneja estas encuestas, pero cierra filas entorno al que será su nuevo entrenador. Es evidente que sólo en un Barça inmerso en una crisis tan enorme se hubiese encomendado a Guardiola, que sin duda hubiese ocupado un día el banquillo del primer equipo, pero no precisamente ahora. Laporta esperó hasta casi el último momento El milagro de una resurrección del equipo, vía Champions League sobre todo, para conseguir que Rijkaard cumpliera su contrato (expiraba en 2009) y ver entonces cuál era el camino a seguir.

Todavía Rijkaard. Es curioso comprobar que en las encuestas con pregunta directa (¿Quién ha de ser el entrenador del Barcelona? y ¿quién quiere que sea el entrenador del Barcelona la próxima temporada?) el segundo en la lista de favoritos era Rijkaard, a gran distancia de Mourinho, pero por encima de Guardiola y de otros técnicos que le han acompañado en la rumurología: Laudrup, Benítez, Pellegrini, Wenger... .

Xavi Hernández (ver página 3) calificó de "injusta" la despedida de Rijkaard y lamentó que se produjera "porque no hemos conseguido ningún título". Xavi, como otros jugadores importantes dentro de la caseta, desliza su admiración por el preparador holandés. En la trastienda del vestuario las ideas están muy claras: los mayores culpables de estos dos años de fracaso culé visten de corto y juegan (o no) los partidos. La opinión entre buena parte de los jugadores de la cantera azulgrana es que todo saltó por los aires porque los llamados cracks no están a la altura que exige la historia del club desde hace muchísimo tiempo.

Guardiola reparte su tiempo entre sus labores al frente del equipo filial y la planificación de la próxima temporada del primer equipo y no realizará manifestaciones ante los medios de comunicación hasta el día de su presentación que, en principio, será después del 30 de junio, según ha anunciado Laporta.

Contra Gaspart. El reto inminente de Guardiola al frente del Barça B tiene su miga: el domingo, en el Miniestadi, se jugará contra el Sant Andreu acabar como campeón de su grupo de Tercera División. El rival es el equipo que preside Joan Gaspart, que se refugió en él tras su tempestuosa salida del Camp Nou. El partido dará comienzo a las siete menos cuarto de la tarde, por lo que finalizará media hora antes del Barça-Mallorca, despedida y cierre de Rijkaard en el Camp Nou. La etapa de Guardiola en el segundo equipo barcelonista será con las eliminatorias de ascenso a Segunda B para las que el equipo está ya clasificado.