Iñaki Badiola persiste en su sueño como presidente de la Real: la compra de Anoeta al Ayuntamiento. Algo que considera obligatorio para asegurar el futuro económico del club. Ya ha dado todos los pasos pertinentes para conseguirlo (reuniones con el alcalde, Odón Elorza, y con Juan Carlos Etxezarreta, concejal designado para tratar este asunto) y ya ha hecho una primera oferta formal: 17 millones de euros por el 100% de las acciones del estadio.

Sin embargo, todo hace pensar que el Ayuntamiento la rechazará, porque los partidos políticos que lo componen parecen estar en contra de la venta de Anoeta, al ser de carácter público y construirse en 1993 con dinero de instituciones. El Ayuntamiento estudiará con detenimiento la propuesta de Badiola y después se podría llevar al pleno para que se vote.

Badiola aduce en la oferta que "la Real contribuye a fortalecer los ingresos del turismo en fin de semana, unido a la necesidad de dinamizar el área colindante con el estadio, al objeto de convertirlo en una zona de ocio y recreativa, máxime cuando el único usuario estable es la propia Real. Es primordial que el club pueda hacer uso de la finca en la que se halla incluida el estadio". También explica los pasos para el cambio de denominación (Pekín 2008 y Shangai 2010 tras el verano) e incluye el informe jurídico de viabilidad de la operación. Badiola quiere conseguir la compra del estadio antes de julio y, aunque se la nieguen, seguirá insistiendo con más reuniones.

Lillo: "No quiero pensar mal"

Lillo no quiere saber nada de primas: "Sólo tenemos que pensar en nuestros partidos y no quiero pensar mal de nadie. No debemos perder ni un segundo de energía en esos debates de los árbitros, los maletines Si hay algo denunciable, denunciadlo en vuestros medios y punto". Con estas palabras respondió a los rumores salidos desde Gijón sobre la supuesta prima de Badiola al Cádiz y las quejas de varios equipos sobre ayudas arbitrales al Sporting.