Laudrup dio descanso para despejar cabezas

Primera | Getafe

Laudrup dio descanso para despejar cabezas

También se aplazó ayer la visita al Ayuntamiento

La noche después de perder la segunda final de Copa consecutiva fue dura y larga para todos los estamentos del Getafe. Todas las previsiones se fueron al traste cuando los protagonistas echaron un vistazo al vestuario nada más acabar el choque. La visita a La Cibelina quedó anulada y la cena en el Asador Donostiarra estuvo llena de caras largas. Michael Laudrup decidió suspender el entrenamiento que en principio debía realizar el equipo ayer por la mañana. El técnico danés les dijo a sus jugadores que disfrutaran de un día de descanso para despejar las cabezas y volver el viernes con ánimo de acabar bien una temporada histórica.

También decidieron aplazar la visita al Ayuntamiento. Antes del partido el alcalde y Torres habían acordado que ayer por la tarde se asomarían al balcón pasase lo que pasase, pero el mazazo fue tan grande que ha quedado pospuesto. Lo primero es el descanso físico y mental para intentar asegurar la permanencia ante el Levante.

El tiempo y las heridas.

La sensación que ha quedado tanto en la afición getafense como en el club es que esta vez no hay nada que celebrar. La temporada pasada se consideró un éxito haber llegado a la final y en unas horas el mal trago se había pasado. Pero esta vez la derrota ha sido mucho más dolorosa por el convencimiento de que el primer título iba a llegar a las vitrinas del Geta. Como bien dijeron Laudrup y Torres, sólo el tiempo tapará las heridas y hará recordar que este equipo hizo historia llegando a dos finales de Copa y a unos cuartos de la UEFA en los que humilló al Bayern. Lo más importante es que las proezas del equipo han hecho que la marea azul se haya enganchado de verdad.

Queda eso como elemento de cohesión sobre el que insistir, pero no se pueden tapar algunas carencias y esas heridas que habrá que cicatrizar como sea... si se puede. Un detalle muy negativo: en una final, el Geta no tuvo en el campo a ninguno de sus tres capitanes, Belenguer, Cotelo y Pato...