Y este cuento se acabó

Copa UEFA | Getafe 3 - Bayern 3

Y este cuento se acabó

Y este cuento se acabó

Reuters

El sueño azulón murió en un épico partido, donde hubo expulsados, gestas heroicas y lucha hasta la extunuación. Al final Toni liquidó las esperanzas españolas con un gol en el último suspiro. El Rey y el príncipe Felipe animaron al conjunto local. La próxima semana se volverán a ver las caras en la final de la Copa del Rey.

El Getafe ha conseguido enganchar a casi toda España con su descaro e ilusión por jugar este deporte que tanto amamos. La noche se presentaba especial con la presencia real, el príncipe Felipe y el Rey presidian el partido y por otro lado Raúl y Casillas (buques insignias del Real Madrid) se acercaron al Coliséum Alfonso Pérez, junto con millones de telespectadores, a animar a ese equipo que se ha forjado a sí mismo, que ha demostrado que el fútbol no es solamente historia, presupuesto o estrellas mundiales.

El partido comenzó con un intercambio de golpes en el Coliséum, primero fue el Bayern el que hizo todo bien pero Licht sacó bajo palos, para que instantes después Contra, el héroe de Múnich, se sacara un zapatazo que si va a puerta hubiera sido gol.

Pero como no podía ser de otra forma el Getafe se puso el lema del "más difícil todavía" como en el circo y todos vieron como Bussaca mostraba la roja a De la Red en el minuto cinco por derribar en la frontal del área a Klose. La falta de Ribery se fue al palo, el rechace le llegó a Luca Toni que controló el balón con la mano y metió gol. El árbitro lo anuló, pero había condicionado todo el partido.

Calentaba Belenguer, tocado, y esperaba Laudrup la reacción de su equipo, que fue muy positiva pues el conjunto español es valiente y siguió jugando como si nada hubiera pasado. Lo cierto es que el Getafe jugó contra todo, ya que a los veinte minutos Uche, tras un gran control, empezó a correr contra Lahm y notó que se rompía... ahora el cambio era inevitable. Salió Belenguer (un cambio que dio sus frutos) y Manu del Moral se puso en punta.

La primera parte había sido de gran exigencia para los locales que jugaron con diez y aunque no lo parecía, podían pagarlo en la segunda mitad. Las ocasiones se repartieron para asombro del Coliséum y aunque el Bayern tuvo las más claras, el Getafe llevó el susto a los alemanes con alguna acción de Manu del Moral y un Contra excepcional en su banda.

Y cuando llegaba el tiempo extra de la primera parte, una vez más Contra, corriendo él solo la banda derecha y tras irse de dos jugadores alemanes y aprovechar el resbalón de Demichelis, lanzó un zarpazo ante el que Kahn no pudo hacer nada. Inconmensurable que el Getafe se fuera al descanso con ventaja en el marcador.

Arreón germano

El arranque fue igual de impresionante que el comienzo, con otro gol anulado a Luca Toni, esta vez por empujar a su marcador y otra vez el Bayern empujando a los españoles por todo el campo, pero sin alegría. Y es que el tener buen currículo no significa que vayas a ganar el partido de calle.

En unos pocos minutos Toni y Klose dejaron su huella por el área de Abbondanzieri y los alemanes parecían, que ahora sí, se tomaban el partido más en serio y ya sabían que cada vez tenían menos tiempo para clasificarse. Y era un carrusel de oportunidades las que tuvieron los visitantes, Schweinsteiger, Van Bommel, Toni... pero el balón no quería entrar para mayor incredulidad germana.

Y una de cada cinco era para el Getafe, con un tímido disparo de Casquero. Laudrup decidió que el héroe de la eliminatoria se fue a descansar tras su gran desgaste, Contra, con todo el estadio y casi toda España rendida a sus pies por sus goles y por su gran partido.

Resbalón inoportuno

En el minuto sesenta y siete Braulio se resbaló en el momento más inoportuno, cuando podía haber matado el partido y por tanto la eliminatoria, con Kahn batido y con la portería a su merced... pero este Getafe es así, capaz de todo en cualquier momento.¡Qué tensión! Sufriendo hasta el último segundo.

A falta de quince minutos, Hitzfeld decidió sacar a Podolski y jugarse el todo por el todo, quitando un medio como Ze Roberto. El aguante, el desgaste, el esfuerzo y la concentración del Getafe eran envidiables, jugando con un hombre menos, con la tensión del resultado que en cualquier momento puede cambiar y con un adversario que ya sabe donde está Getafe.

Casquero, con un soberbio partido, apoyado en Celestini dominaban en el mediocampo y eran un soporte básico para los madrileños. Y aunque 'achuchaba' el Bayern las inmediaciones del Pato, no llegaban con el mismo peligro y no presionaban tan arriba como en la primera mitad. Increíble también Belenguer (el 'Belenbauer de Getafe'), que no dejaba pasar un balón y se estaba dejando la vida luchando con Toni y con todo el que pasase por delante suyo.

Ribery trae la prórroga...

Pero en el minuto ochenta y ocho, el Bayern demostró porque era el favorito con un gol de equipo grande, al aprovechar Ribery un rechace en el área grande y fusilar a el Pato.

...el Getafe la locura

En el primer minuto de la prórroga, Casquero cerró su gran partido con un golazo desde fuera del área, con uno de sus lejanos disparos a los que ya nos tienen acostumbrados. Pero el Getafe no paró hay, se creció y se comió al equipo grande. El Bayern creía que tenía al Getafe en su bolsillo, que con el gol sobre el pitido final les habría afectado a su moral, a su alma y a su espíritu, pero no fue así.

Justo a continuación Braulio, ahora sí, se aprovechó del balón que Lucio no despejó bien para fusilar a Kahn, en lo que parecía su jubilación europea... pero no fue así. Destino cruel.

Cuando el Bayern iba a claudicar, apareció Luca Toni que se encontró con el gol en la jugada más tonta e inesperada de todo el encuentro, tras perder el balón Abbondanzieri y dejarla mansa para que el italiano la remachara sin problemas. El gol trajó los nervios y la angustia que antes no había aparecido.

... y Toni la desilusión

Y justo al borde del final, Luca Toni conseguía lo imposible al cabecear una falta sacada por Ribery y apear del sueño al conjunto azulón. Parecía increíble pero era cierto, y el árbitro Bussaca no quiso saber nada más y pitó el final.

Con ese pitido se ponía fin a una bonita historia que ha escrito en letras de oro el Getafe de Laudrup y de unos jugadores que lo han dado todo y que han sido eliminados sin perder en ninguno de los dos partidos.