Hubo enfado en el Madrid después de que a Pepe se le reprodujera la lesión tras el partido que jugó ante Grecia. Pero, ¿cómo decirle que no a Scolari cuando te pide encarecidamente jugar "porque no hay otro?". "Carvalho tiene 11 puntos de sutura en la cabeza". Le llegó a decir. No hace falta mucho más para meter al central, que siempre se exprime al máximo, en faena.

Se pueden contar con los dedos de una mano los partidos que Pepe ha jugado con la selección de Portugal. Todos han sido después de vestir la camiseta del Madrid, ya que obtuvo la nacionalidad lusa después de llegar a España tras seis años jugando en el país vecino entre el Marítimo y el Oporto. Los que conocen bien a Pepe saben lo que sintió en su debut ante Finlandia en el que la selección de Scolari obtuvo, in extremis, el pase para la fase final de la Eurocopa. Está como un niño con zapatos nuevos.

Tuvo la capacidad de elegir entre Brasil o Portugal. Que escogiera la segunda opción extrañó a todos, pero esta elección se entiende desde su capacidad de adaptación. En seis años pudo sentirse portugués hasta la médula, del mismo modo que ahora se siente madridista de corazón.

Igual de cierto es que no ha tenido suerte con las lesiones como que ha aprovechado con el Madrid el poco tiempo que ha estado en el campo para demostrar que hay central para rato. Y no sólo en el césped, sino en el vestuario, donde su carácter ganador y afable han supuesto un soplo de aire fresco. Ni un mal gesto, ni una mala palabra, ni con sus compañeros ni con la Prensa. Hay poco que reprocharle...