El fútbol está lleno de paradojas. El pasado viernes a Julen Guerrero le tocó defender la camiseta del Athletic de Bilbao en el encuentro que midió a los veteranos del equipo vizcaíno frente al Barça en la Liga Nacional de Fútbol Indoor. Ese mismo día expiraba su contrato con los de San Mamés; concluían así, de forma abrupta, 26 años de vida dedicada a un único club. Una situación anómala que el ex internacional todavía está asimilando, pero que afronta con la serenidad de quien se sabía predestinado a semejante final. Sus desavenencias con la directiva han desencadenado un divorcio que pocos imaginaban hace algunos años. Julen tendrá que reinventarse. Su futuro ya no es rojiblanco.

El propio Guerrero reconoce que este es uno de los momentos más complicados de su vida: "paso unos momentos difíciles. Llevo toda la vida en el Athletic. Desde los 8 años hasta ahora y se me hará raro. La vida ha venido así. Hay que afrontar las cosas, pasar página y ... ¡qué le vas a hacer!".

Julen Guerrero lamenta que "el Athletic quiera rescindir el contrato de la manera cómo lo ha hecho. Cuando no hay solución, pues no la hay. Ellos han tomado esa vía y poco más puedo hacer. Sólo desear suerte a todo el club y agradecerles estos 26 años que he pasado defendiendo sus colores. En este equipo me he formado como persona; estoy muy orgulloso de haber pertenecido al Athletic".

Guerrero no se plantea si podría regresar al Athletic mientras esté al mando del club la directiva actual: "No he pensado en nada. Éste es el primer día en el que he dejado de permanecer al Athletic y todo está demasiado fresco. Creo que hay que dejar pasar el tiempo. Ya sólo me queda animar desde fuera porque otra cualquier otra actuación está fuera del alcance de mi mano. Ellos son los que mandan. No hay otra alternativa".

Julen Guerrero todavía no ha tenido tiempo de pensar en lo que hará a corto plazo: "No lo sé. Ahora mismo, no tengo ni idea. Siempre me imaginaba trabajando para el Athletic y esa siempre ha sido mi primera opción de futuro. En los próximos días no sé si me saldrá algo, si habrá alguien interesado en mis servicios. Sea como fuere, intentaré aprovechar el descanso de la Semana Santa para disfrutar de mis críos y desconectar. Luego, lo que tenga que venir, vendrá".

Mientras tanto, el rojiblanco sigue impartiendo lecciones magistrales en la Liga Nacional de Fútbol Indoor, donde él y sus compañeros todavía mantienen vivas las esperanzas de clasificarse para la Copa de España pese a caer derrotados en la última jornada ante el Barça. "El partido se nos puso muy cuesta arriba en la primera parte. Ellos saben jugar bien con el marcador, no caen en prisas innecesarias. Además, usan mucho al portero como si de un jugador más se tratase. Te saca un poco de tu sitio. Se nos han ido en el marcador en la segunda parte y ya no hemos encontrado el ritmo. No ha podido ser".

La clasificación queda complicada ahora para el Athletic y Guerrero lo sabe: "Nos quedan tres partidos y hemos de ganarlos todos, además de esperar un poco a los demás resultados. Ganando cinco de 8 partidos seguro que podemos clasificarnos para la Copa. Lucharemos para lograrlo".

Guerrero no ha perdido ni su clase ni su garra como jugador y él lo tiene claro: "Es que lo llevas dentro. Me gusta el fútbol y soy ganador. Me divierto en esta Liga, aunque ahora estoy disgustado por haber perdido. El resultado al final es lo que vale", afirma con una sonrisa en la boca sabedor de que ese destino también ha querido que ya no sea miembro del Athletic.