Sorpresa que nos adelanta nuestro compañero Óscar Ribot: Schuster planea salir en ataque con Drenthe, Raúl y Soldado. Este último debutará como titular en Liga, donde sólo ha jugado 58 minutos de 2.430 posibles. Su única aparición en el once inicial esta temporada se registró el pasado 2 de enero, contra el Alicante en el Bernabéu, en la Copa del Rey. Los caminos del señor son inescrutables, y los de Schuster, también.

No criticaremos al entrenador del Real Madrid por sustituir a un delantero centro (Van Nistelrooy) por otro, decisión absolutamente razonable, pero sorprende la tardanza. Motivación lo llaman algunos. Si es así, Soldado saltará al campo con meses de motivación.

Por cierto, el canterano, avalado por Mijatovic, ha ganado la partida a Saviola, que fue la apuesta de Schuster para este tipo de situaciones. El argentino, que calentó banquillo contra el Espanyol, esta vez se ha quedado fuera de la convocatoria por decisión técnica.

La titularidad de Drenthe (séptima en Liga) es consecuencia del estado de forma de Robinho, que todavía no está completamente recuperado de sus problemas musculares en el abdomen. Schuster admitió ayer en conferencia de prensa que su reaparición (contra el Recreativo, dos goles) fue precipitada. No obstante, el brasileño ha viajado con el resto del equipo.

Cannavaro regresa al once después de superar una contusión y desplaza a Heinze al lateral izquierdo en detrimento de Marcelo, que había cumplido contra el Espanyol. Curiosamente, Gago sigue pagando los platos rotos de la eliminación en Champions.

Precaución.

Tanto movimiento indica que el Madrid siente que el partido de hoy es distinto porque Riazor es diferente. Coruña procede del latín caronium, que significa fortificación elevada, y por ahí comenzamos a entendernos. Los madridistas, que se alojan en el hotel María Pita (heroína que defendió la ciudad de las garras del corsario Drake), no asaltan este castillo desde hace 16 años y 134 días, lo que equivale a una condena por un delito mayor.

Para el Madrid, se trata de la segunda peor racha a domicilio contra un equipo de Primera. La peor fue en el Camp Nou, donde sumó 20 partidos sin ganar (cinco empates y quince derrotas) entre octubre del 83 y diciembre de 2003.

El origen de la maldición de Riazor se ha repasado durante la semana y las fuentes coinciden en un punto: la irrupción del Superdepor declaró al Madrid enemigo público número uno y el deportivismo se lo tomó al pie de la letra.

Más allá, tantos partidos sin victoria señalan los problemas que tienen los blancos cuando visitan a equipos que no están entre sus enemigos históricos.

Por su parte, el Deportivo llega al encuentro en su mejor momento, como ha señalado el propio Lotina. El cambio de sistema ha elevado al equipo, que desde que juega con tres centrales sólo ha perdido un partido en las siete últimas jornadas (3-2, en Huelva); a cambio ha sumado cuatro victorias (3-1 al Valladolid, 0-1 al Betis, 2-0 al Espanyol y 2-1 al Sevilla) y dos empates (1-1 con el Getafe y 2-2 en Mestalla). Gracias a esa tacada se ha alejado dos puntos del descenso.

Además de la incorporación de Pablo Amo en el papel de tercer central (el tercer hombre), también han contribuido al nuevo aspecto del Deportivo Lafita y Wilhemsson, que han marcado cuatro de los últimos seis goles del equipo.

Desafío.

Capítulo aparte merece De Guzmán. Durante la semana se ha declarado capaz de pasar un año sin sexo si consigue un gol contra el Madrid. El asunto ha provocado cierto revuelo, cuando lo que nos debería haber sorprendido (y admirado) es que el jugador prometiera, en caso de marcar, un año de sexo diario o, si me apuran, en días impares, incluso laborables.

Dicen que los antecedentes juegan contra el Madrid, pero yo creo todo lo contrario. Cuando las estadísticas pesan mucho se caen. El Depor también pelea contra eso.

El partido es importante para el Madrid, fundamental para el Deportivo y decisivo para De Guzmán.

De Guzmán ha prometido un año sin sexo si marca un gol, pero bien pensado hubiera resultado más impresionante que hubiera prometido un año de sexo diario.