"Queremos subir por la gente: es alucinante lo que se vive en Gijón"

Preciado

"Queremos subir por la gente: es alucinante lo que se vive en Gijón"

"Queremos subir por la gente: es alucinante lo que se vive en Gijón"

JOAQUÍN BILBAO

Manuel Preciado (El Astillero, Cantabria, 1957) es el entrenador del Sporting, tercer clasificado en Segunda. La ilusión por el ascenso está por todo lo alto en Gijón.

Suena a la cancioncilla aquella del Barça: ¿este año sí, Manolo?

El club lleva diez años añorando aquellos grandes momentos en los que llegó a pasearse por Europa. Pero la realidad más cercana es que estuvo a punto de desaparecer. Estamos en el camino del ascenso, se ha estabilizado la situación económica Hay ilusión, por supuesto que sí.

Diez años ya sin el Sporting en Primera

Un mundo, sí. Y tenebroso: cuando vendió a David Villa al Zaragoza estaba abocado al descenso administrativo. Por fortuna, en estos dos últimos años llegó una cierta tranquilidad, todo se ve distinto ahora. El empujón final sería el ascenso, claro.

¿Y?

¡Menudos trasatlánticos vienen por detrás! La Real, el Celta Auguro un final apretadísimo. Con pie y medio en Primera sólo está el Numancia.

¿A quién le colgamos la medalla de salvador del Sporting?

A quienes supieron transformar la deuda en acciones y evitar la hecatombe. José Fernández es el mayor accionista del club. No aparece en escena, pero es la clave del resurgimiento. Y Manolo Vega-Arango, un tipo entrañable. Y un consejo directivo que forman sólo cuatro o cinco personas, muy cortito, muy familiar y quizá por ello muy eficaz. Y Emilio de Dios, el director deportivo, que sólo tiene 35 años. Un producto de Mareo para los despachos, fíjese Y el director general, Alfredo García Amado. Más o menos, eso es el Sporting de puertas adentro.

De puertas afuera, y puesto que citó Mareo, la cosa vuelve a funcionar.

Funcionó siempre. El club estaba fatal y hace cuatro años el juvenil se proclamó campeón de España, el trabajo es bueno. Aquí salen futbolistas; el problema nunca fue ese, fue el club, su situación tan complicada. Michel, Raúl Cámara, Jorge, Pablo Canella, Roberto, Pablo de Lucas, Marcos, Luis, Omar, López En una plantilla de veinticinco jugadores, quince o dieciséis son de aquí.

Es el camino, claro.

No hay otro. Porque no tenemos dinero para invertir en fichajes y porque si el trabajo de la base es bueno, ¿por qué buscar fuera lo que tenemos en casa? Los chavales juegan bien: seamos valientes y pongámoslos en el primer equipo. La pasada temporada, la plantilla del Sporting tenía menos edad que la del Castilla: eso son palabras mayores.

¿Y por qué a la hora de la verdad un extranjero de medio pelo tapa la salida a un chaval prometedor y de la casa?

Porque el fútbol está cada vez más loco. Pensábamos que con la conversión de los clubes en sociedades anónimas deportivas esto iba a cambiar y no fue así. Apenas se controla el gasto y se hacen burradas que acaban amenazando muy en serio la vida de los clubes. Fíjese en el Levante

Al que usted entrenó. Le dolerá verle así.

Por supuesto. Allí viví una de mis mayores alegrías en el fútbol pues el equipo volvió a Primera después de cuarenta y un años de ausencia y con un respaldo social increíble. Entonces se sentaron unas bases que parecían muy sólidas para desarrollar un buen proyecto deportivo y ha acabado en este desastre. Me duele por el levantinismo y porque todavía queda en el club gente con la que compartí aquellos grandes momentos. Pero la lección que están dando los jugadores es extraordinaria, ¿eh?

De lo mejor de la Liga.

A nivel profesional ponerles un diez es poco. Los jugadores, los empleados, los técnicos, ¡qué ejemplo están dando! Y lo de este italiano De Biasi es para sacarse el sombrero. En fin, que es una pena ver cómo clubes con tantísima historia y tanta pasión a su alrededor viven estas agonías. El otro día había quince mil personas en el Ciutat de Valencia

La pasión de la gente está por encima de todo.

Por supuesto. Y en todas las categorías. La Segunda División está poco valorada en lo mediático y tiene mucho nivel. Hay montones de partidos en nuestra categoría que no tienen nada que envidiar a muchos de Primera. Ahora se valora a Unai Emery y a Mendilibar, dos técnicos que no hace nada estaban en Segunda y sus equipos jugaban muy bien. Y ahí están, afianzándose en Primera. Y la emoción es única: no menos de catorce equipos aspiran al ascenso y otros diez pueden irse al pozo. Nuestro problema es que la gente piensa que si en Primera se juega mal, en Segunda ni te cuento. Y no es verdad.

Pero usted querrá mejorar.

Claro que quiero entrenar en Primera. Tengo un año más de contrato con el Sporting, a ver si hacemos la machadilla El ambiente ya lo tenemos. El Molinón se parece al Calderón, a San Mamés, es una pasada esta afición. En la primera vuelta, y le hablo de la jornada diez u once, fuimos a Salamanca y nos acompañaron cinco mil personas. Es alucinante lo que se vive en Gijón con todo lo malo que ha vivido la ciudad y todo Asturias. Hablamos del Sporting, pero qué decir del Oviedo, que estuvo en Primera más tiempo que en ninguna otra categoría y lo vemos en Tercera Hay que salir de esta depresión por la gente.

Nos decía el otro día Pepe Murcia, el técnico del Castellón, que ir a El Molinón es maravilloso: ¡si el que te recibe es Quini!

Se respira un ambiente de fútbol sólo comparable al de Málaga, Cádiz o San Sebastián. Y está Quini, sí.

¿Qué tal anda?

Mejor de lo que él mismo pensaba tras la operación. Siente el aliento de la ciudad, de toda España. Seguro que muy pronto estará otra vez con nosotros, con su brazalete de delegado. Es un crack y hay que tratarle: hablamos de un señor que fue siete veces Pichichi y es todo sencillez y humildad. Todo lo hace pensando en los demás. Le sorprendería ver su mesa llena de mensajes: todo el fútbol de ayer, de hoy y hasta el de mañana está a su lado. Quini es muy grande.

Usted perdió a su esposa y a un hijo en menos de dos años. Pocos como usted para valorar los malos momentos de la vida, el cariño de la gente.

Bueno Lo mío son cicatrices para siempre. Fue durísimo, claro. Perder a dos seres tan cercanos en tan poco tiempo Me quedan los recuerdos, otro hijo de veintidós años. Juntos tiramos p'alante La vida te va curando las heridas y este deporte te ayuda mucho en esas situaciones. Rehice mi vida con Arantxa, otra mujer extraordinaria, estoy contento

Su hijo también jugará al fútbol, claro.

Sí, y es culé.

La perfección no existe, Manolo.

¡Ja, ja! Con quince años tuvo una lesión en la rodilla, se recuperó y juega de delantero en Tercera División. Yo era muy malo, él es pura filigrana. Eso sí: meter el pie, lo justo.

Un artista, vamos.

¡No me hable de artistas!

¿Y eso?

Veo cada caso por ahí ¡Dios le da pan al que no tiene dientes!

Se fía más del currante.

Me fío de la calidad con compromiso; lo demás es cero pelotero. La calidad bien entendida es la que se pone al servicio del equipo. Milagros, en Fátima.

Por cierto: al Numancia le ganaron en Gijón con Canal+ en directo. ¡Casi un milagro!

Hoy vuelven. Mira que lo hacen bien, pero habían venido cuatro veces y habíamos perdido las cuatro por 0-1. A la quinta fue la vencida y ante un equipo que no había perdido fuera todavía. Por una vez fuimos listos y eso que ellos son fenomenales. Ese Julio Álvarez juega muy bien.

Cítame tres, cuatro jugadores de Segunda que no desentonarían en Primera.

Imposible, tres o cuatro no son nada. Hay muchos. Nino, el del Tenerife, por ejemplo. No me explico cómo no le dieron bola en el Levante. Lleva más de cien goles en Segunda, pero como es bajito y tiene poco pelo Debe ser por eso que no vale para Primera. En el Málaga están Apoño y Baha, con un gran futuro. Paulo Jorge, Weligton es un central interesante. Xabi Prieto en la Real. Canobbio, Vitolo, Jorge Larena en el Celta En todos los equipos encontraremos esos tres o cuatro jugadores de Primera que no tienen sitio en ella.

¿Es la cara fea de la sentencia Bosman?

No sería tan duro con ella, pero sí es cierto que vino mucha gente de fuera que no aportó demasiado y por una simple razón: es mano de obra más barata. No sólo pasa eso en el fútbol, ¿eh? Ahora parece que los clubes empiezan a mirar en casa. Y es que, caramba, si de juveniles ganamos a brasileños, argentinos, alemanes, y esos chicos no llegan es que algo falla en el último tramo de su formación. No es normal que de un equipo campeón de Europa o del mundo con diecisiete años, jueguen dos o tres un par de temporadas después. Debía promulgarse un decreto que asegurara su proyección.

Buen decreto sería ese, desde luego.

En el Sporting tenemos el caso de Roberto Canella, campeón de Europa con diecisiete años. ¿Está hecho ya o es un jugador tierno? Si está en la Selección de su edad habrá que ponerle. Se va a equivocar, seguro. Pero en un año es patrimonio grande del club.

La cuestión es que el club lo entienda y no despida al entrenador que se la juega con estos chicos.

En efecto. Yo le tengo que estar muy agradecido al Sporting por la paciencia que tuvo conmigo. En enero, hace un año, perdimos cinco partidos seguidos y el presidente me llamó un día a su despacho.

Se temió usted lo peor.

No me dio tiempo: me puso un contrato por dos años encima de la mesa. ¡El mundo al revés! De momento van doce colegas despedidos sólo en Segunda. Es una barbaridad. ¡Si la mayoría empezaron su proyecto en septiembre! Les duró cinco meses

Para terminar: un vistazo al Racing.

He pasado más de media vida allí, soy racinguista, claro. Espero ponerme la bufanda y viajar a Madrid para la final de Copa. No está fácil con el 3-1 de Getafe, pero es posible. Acertaron con Marcelino, un magnífico entrenador, con recuperar para la causa a gente como Colsa, Luis Fernández, el mítico Munitis Me emociona este Racing, sí

Pues nada, que el año próximo recuperemos el Sporting-Racing.

Ojalá que sí.