La arenga del capitán que oyó el árbitro

Entraron calientes los jugadores del Geta al vestuario en el descanso con el 1-1 en el marcador, en realidad ofuscados en exceso por un quítame allá algunas decisiones de González Vázquez, puntilloso y anticaserillo en acciones puntuales pero en el fondo irrelevantes: que si un par de faltitas que no eran, que si se excedió en la de Cata a Smolarek que provocó el empate, cositas así. Vamos, que al no estar el Barça por en medio nada grave, que tampoco se había comido ninguna mano clara del Racing... Y había concluido el tiempo muerto en la caseta Laudrup con su disertación técnica apuntando las debidas correcciones, al fin y al cabo las que allanaron el camino en un gran segundo tiempo (Manu a la derecha a hacerle un siete al lateral Luis Fernández, más velocidad en la circulación y en ataque, la quinta marcha) cuando surgió el capitán. David Belenguer esperó a que el danés saliera y ya fuera del vestuario, en el túnel, alzó la voz, juntó a sus compañeros (alguno de los cuales ya había apuntado detalles dentro), miró con el rabillo del ojo y cuando vio que el árbitro estaba a tres metros soltó la arenga para que todos la oyeran, incluido el del silbato: "¡Al árbitro ni palabra, vamos a olvidarnos de él, y si nos la quiere meter y lo hace, a callarse. Y si nos marcan con la mano, aplaudimos. Aquí importa la final, hay que llegar por los que nos quieren y por los que no. Podemos con esto, vamos a jugar al fútbol y a ganar el partido". Ufarte y Paredes, ayudantes de Luis, no lo escucharon pero vieron el choque y debieron tomar nota: Belenguer, Casquero, De la Red... están para abrir otros debates.