La estatua de Di Stéfano se inspira en su mejor foto

La fotografía plasma la viva imagen de lo efímero y nuestros recuerdos se asocian a instantáneas ligadas a momentos inolvidables. El 2 de abril de 1958 el Real Madrid jugaba el primer partidos de semifinales de la Copa de Europa. La historia dice que Di Stéfano marcó el definitivo 4-0 con un soberbio golpe franco, pero una fotografía de ese encuentro descubre un recuerdo histórico. Imborrable.

La Saeta fue el autor del tanto y Agustín Vega, fotógrafo de AS (desde su fundación, 1967, hasta su jubilación, en 1998) fue el responsable de la imagen más conocida y repetida de Alfredo Di Stéfano. "Esta foto no se puede repetir. Es irrepetible, como aquel gol de Breitner en el que el balón entró por el lateral de la red", razona Agustín Vega respondiendo a la pregunta de si se trata de una obra de arte. Agustín, más conocido como El Lija ("decían que tenía un pico exquisito", confiesa él mismo irónicamente), desvela los entresijos de una instantánea que ha servido de inspiración para que el escultor Pedro Montes Martínez esculpa la estatua a tamaño natural de La Saeta, que se inaugurará hoy y está ubicada en la entrada del estadio Alfredo Di Stéfano.

Precisamente, ese instante captado por Agustín Vega está a punto de cumplir 50 años: los tiempos ("estábamos tan pegados a la línea de cal que muchas veces me chocaba con Gento. ¡Cómo corría!") y la tecnología ("antes ibas con un rollo de 36 fotos y hacías un partido entero, no como ahora, que con las digitales tiran cientos de ellas") han cambiado sobremanera. Pese a todo, la suerte, como en muchos factores en la vida, jugó un papel fundamental para poder hacer historia: "La foto es extraordinaria porque no hay más que ver la cara de asombro de los tíos que están en la barrera y el brinco de Di Stéfano, pero en el momento no me di cuenta. Antes era imposible ver una foto, porque si la veías te quedabas sin ella porque significaba que no habías apretado al botón para que se bajara la cortinilla. Me di cuenta de lo buena que era una vez revelada".

Otros tiempos. "Era mejor que Pelé", exclama, sin pensar un segundo, sobre el potencial como jugador de Di Stéfano. El Real Madrid reconoce la labor de nuestro antiguo compañero invitándole al acto de hoy. El Flaco, así es como le apodaba La Saeta, volverá a recordar viejos tiempos. Gracias a esa foto podrán recordar cómo Di Stéfano voceaba el tanto entre la lluvia, como si flotara en el aire sostenido por la euforia del gol, con Rial en el fondo. "Hace tanto tiempo que fue, que ni me acuerdo de que lloviese", lamenta Vega. Hoy ambos reciben su homenaje. El futbolista, por ser un malabarista del balón a los pies; el fotógrafo, por ilustrar los recuerdos de nuestra memoria.