"El fútbol se va a acabar ...en el año siete mil"

Primera | Real Madrid

"El fútbol se va a acabar ...en el año siete mil"

"El fútbol se va a acabar ...en el año siete mil"

reportaje gráfico: macario muñoz y jesús rubio

Alfredo Di Stéfano ejerció su magisterio en el Foro Ferrándiz-AS

La primera aproximación a Di Stéfano impone. En las siguientes pasa igual. Será porque no tenemos otros mitos al alcance o porque el personaje tiene fama de ser brusco. De manera que al acercarte es fácil que te sientas como un "boludo" o temas que te lo llame él. Sin embargo, quienes conocen bien a Di Stéfano siempre le han señalado como una persona entrañable, socarrona y divertida cuando el ambiente es propicio. Ayer lo fue. O debió serlo, porque el mejor futbolista de la historia (esto es opinable y yo opino) se mostró absolutamente cautivador. Sin duda, ayudaba el Foro y el anfitrión, Pedro Ferrándiz, y un entorno que se completaba, entre otros, con la presencia de ex compañeros y del presidente del Real Madrid, Ramón Calderón.

Un vídeo sirvió para introducir el acto y las imágenes resultaron muy oportunas para aprender y recordar. Exhibiendo una elegancia que anticipaba la de Zidane, Di Stéfano regateaba, dirigía, marcaba goles y también hacía bicicletas. Cuando se iluminó de nuevo la sala, La Saeta exclamó: "¡No vayan a creer que todo eran jugadas buenas, también las había malas!".

A continuación, Ferrándiz destacó la trascendencia histórica del invitado: "Había un fútbol y un Real Madrid, pero cuando él llegó cambió el fútbol y el Real Madrid".

Alfredo Relaño, director de AS y moderador del debate, prosiguió: "Di Stéfano. Lo recuerdo como un sonido victorioso en la radio. Un nombre que sonaba como un latigazo. Era el capitán de un ejército victorioso y desarmado".

"Sobre el campo, tenía un tono parecido a Zidane, pero también marcaba muchos goles de oportunista. Hacía por dos o por tres, quitaba, elaboraba y remataba. Estableció en el Madrid un estilo, marcó en las finales de las cinco primeras Copas de Europa, devolvió al club una Liga que no se ganaba desde antes de la Guerra y aunó el sentido artístico del juego con la lucha. Desde entonces no ha valido una sola cosa en el Real Madrid, sino las dos. Desde entonces hay una exigencia de excelencia, un espíritu mitad guerrero y mitad artista. Por eso en este club se echan entrenadores por ganar la Liga".

Equipo. "Se habla mucho de quién fue el mejor jugador del mundo, pero es difícil comparar momentos y épocas. Pero recuerdo que mientras había una pelea de vedettes entre Pelé y Maradona, el Madrid fue reconocido como el mejor club del Siglo XX y el galardón lo recogió Di Stéfano. Este es un juego de equipo y el mejor es quien hace mejores a sus compañeros y les saca toda su energía".

La intervención de Di Stéfano incidió en ese aspecto: el equipo. "El Madrid es colectivo, no es el individuo. Siempre he ido con esa idea, en River, en Millonarios y en el Madrid. Uno solo no puede hacer esto. Veo que entre los presentes hay amigos y compañeros, como Collar, que era un enemigo cariñoso. También veo señoras de la época y otras más jóvenes".

"Estamos en una época muy buena del Real Madrid, con seis puntos de ventaja y no se olviden tampoco del golaverage. Eso sí, hay que estar ojo avizor porque cualquiera te puede dar una paliza. Además, tenemos la Copa de Europa, donde nos mediremos a un rival extraordinario, la Roma, y hay que tener mucho cuidado con su contragolpe. Aviso para que lo lean en el AS de la mañana. Por lo demás, estoy muy agradecido a mi amigo Pedro Ferrándiz. Cada mes leo en el AS que aquí viene invitado un artista, aunque yo no soy eso". "¡Tú eres Miguel Ángel!", le interrumpió Ferrándiz.

En el turno de preguntas, los muchachos del colegio La Salle San Rafael, fueron los primeros en romper el fuego: "¿Están los jugadores de ahora más preocupados por el dinero que por los valores?". "Mira, esto viene de 1930, del fútbol profesional. Yo empecé en el año 43 o 44. Y en el 45 ya comencé a jugar en Primera y ganábamos algo de dinero. Pero ya entonces los de 30 años nos decían que teníamos mucha suerte porque ellos ganaban 10 pesos y nosotros 50. Es ley de vida. El fútbol ha ido a más, los estadios se llenan. Los jugadores juegan al fútbol y hacen jugar a los demás: si hacen publicidad, la gente de publicidad también gana dinero, si salen en televisión, igual El fútbol se va a terminar pero en el año 7000. Ya tengo 80 años, y me estoy quitando uno, y he escuchado muchas veces que el fútbol se iba a acabar, pero no. Si los jugadores ganan dinero, mala suerte para los que no juegan. También pueden mirar al baloncesto americano y a lo que ganan Gasol y compañía. Esto es un negocio como otro cualquiera y los jugadores ganan lo que se merecen".

La Liga también es tema de conversación: "¿Tiene alguna opción el Barça con el Madrid a seis puntos?". "Seis puntos más el golaverage, no lo olviden. En cualquier caso, falta una Liga completa, 48 puntos; el 48, por cierto, es el muerto que habla en la quiniela argentina. Además, no vamos a ganar siempre, porque los contrarios no son de palo. Pero ahora miramos para abajo y nos miran para arriba. Todos los madridistas vamos a hacer fuerza para no perder la ventaja. Claro que puede pasar lo del año pasado pero al revés, porque en el fútbol dos y dos no siempre son cuatro, pueden ser tres o cinco. Pero ahora estamos tranquilos".

Almería. Di Stéfano quitó hierro a la derrota en Almería. "En mi época, si perdíamos, los lunes nos pasaba lo mismo. Todo está muy cerca el lunes, pero tenemos que tener en cuenta que el fútbol español es uno de los mejores del mundo y la prueba es que los buenos jugadores se reparten entre España e Inglaterra. Muy pocos están fuera".

"¿Y ha sido bueno perder?", como declaró Schuster tras el partido. "¡Por favor, nadie quiere perder, nunca es bueno! Pero Schuster quiere dar moral a sus jugadores y hace bien. El entrenador es como la gallina con los pollitos y los tiene que tener reunidos y bien cuidados".

Di Stéfano, que puso como condición previa no responder a preguntas sobre Raúl y la Selección, tampoco quiso hablar sobre un futbolista: Etoo. "No quiero comentar nada, ni pronunciarme, porque recuerdo lo que dijo ese jugador un día". Se refería a las declaraciones del delantero, que insultó al Madrid después de ganar la Liga: "Madrid, cabrón, saluda al campeón". Sobre la suplencia de Ronaldinho se manifestó con prudencia: "Donde manda capitán no manda marinero. Pero está claro que ningún entrenador quiere perder. Además, cada loco con su tema".

El mito fue más explícito cuando tocó hablar de las estrellas del Madrid. "Me preguntan por qué no tienen más galardones Casillas y Raúl, pero yo creo que tienen muchos: Ligas, Copas de Europa Y lo que les queda. Raúl tiene 30 y puede llegar a los 40, y Casillas tiene 26, así que podría llegar a los 36. ¿Raúl vitalicio? Pues claro, para toda la vida, como yo".

La cantera es otro de los ejes sobre los que se construye el madridismo. "Todos queremos que los chicos salgan adelante. Se ha trabajado siempre para sacar elementos y la Ciudad Deportiva va a mejor. Hay que tratar de educar a los jugadores en las características del club. Pero cuando sale alguno bueno no lo demos muy grandecito porque luego los chicos piensan que son unos fenómenos. Ahora tenemos prestados dos o tres que son buenos ¿Parejo? Es muy bueno, buenísimo. El domingo me fui del partido del Castilla faltando dos minutos y ayer me enteré leyendo el AS que había ganado 1-0 con un gol de tiro libre de Parejo. ¡Pero no le demos mucha bola, que luego se creerá que es un fenómeno! Dicen que yo saqué a La Quinta, pero salió sola. Simplemente eran mejores que los que había. Desde luego, cada jugador que sale de la cantera es una gloria para todos nosotros".

Estilo.

Para Di Stéfano, la táctica no ha variado el estilo del equipo con el paso de los años. "El Madrid siempre tuvo un equipo de fuerza, de correr. Como los demás también corrían, equiparábamos la fuerza en los primeros 70 minutos y en los últimos 20 nos dedicábamos a jugar. Decían que jugábamos bien, pero olvidaban que los primeros 70 minutos habíamos salido a morir. Kopa, Rial, yo, Puskas y Gento. Cada uno era un maestro en su posición. Ahora hablan de delanteras y sólo juega uno arriba, y además tiene que bajar a defender los córners".

"Por lo general salen campeones los mejores. Ahora hay tantos o mejores jugadores que antes. Se habla del Balón de Oro y de otros premios, pero a mí no me valen los que se votan por Internet, dándole a la tecla. Prefiero que vote la prensa. Yo, en estos casos, siempre hablo de La Máquina de River: Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Lostau. Ese River inventó el delantero que llegaba desde atrás, que fue el modelo que tomamos nosotros, aunque me parece que estoy levantando la perdiz y la gente lo va a copiar".

"Claro que tampoco se pueden comparar equipos. Las épocas son diferentes y cada época tiene su milonga. Yo vine en el 53 y ya había un buen equipo. El presidente, que no era tonto, fichaba jugadores de distintos países para hacer luego la gira y sacar tela. Así se ganó un gran prestigio. Había emigrantes desparramados por todo el mundo y éramos la bandera de la felicidad para ellos. De ese modo, el Madrid se hizo cada vez más grande".

Aquella España del 53 sorprendió a Di Stéfano. "Argentina estaba 40 o 50 años por delante. Ahora España le lleva 40 años a Argentina. Yo recuerdo que encontré una generación triste, con heridas de la Guerra. Los taxis eran cuadrados y El Corte Inglés tenía una tiendita de 40 por 30. Bernabéu nos decía: 'El coche no se lo compran hasta dentro de dos años para no parecer unos opulentos'. Así que nos movíamos en el once ¿saben qué es eso? ¡Las dos piernas!".

Enrique Collar, diez años capitán del Atlético, rememora aquellos tiempos: "En el Atleti tuvimos la mala suerte de que fichó por el Madrid y la buena de que jugaba en la misma ciudad que nosotros. Cuando el Madrid jugaba entre semana contra equipos de Segunda el Bernabéu se llenaba para verle jugar. Estamos ante una persona irrepetible. No habrá un jugador más ganador. Una lástima que estuviera lesionado en el Mundial de Chile, aunque años después Helenio Herrera nos dijo que los brasileños habían comprado al árbitro. ¡Vaya gol nos anularon!".

"Di Stéfano podía jugar hasta de portero". "¡Y lo hice!", le interrumpió Don Alfredo: "Fue en un Boca-River. Me puse durante 15 minutos porque se había lesionado nuestro arquero y no había cambios".

"Gracias Collar, me vas a ruborizar, pero no olvido que ustedes se llevaron dos Copas del Bernabéu... Ahora se habla de rivalidad, pero un Madrid-Atlético es más fuerte que un Madrid-Barça. ¡Los líos que nos armaban en los saques de banda, entre Collar y Peiró!".

Di Stéfano hizo memoria y repasó sus comienzos. "Mi padre era consignatario y decía que el hijo del patrón tenía que ser el primero en todo. También en levantarse por la mañana y me despertaba a las cinco. Un día tuvimos problemas de luz en casa y el electricista resultó ser un amigo de la familia que había sido portero de River. Le pedimos una prueba y me quedé. Jugaba en el club y en el barrio, porque si no pensaban que eras un agrandado. De un hobby hice una profesión y estoy contento que no veas, porque hice cantidad de amigos".

La Saeta.

Muy pronto, en River fue reconocido como un ídolo. "¡Socorro, socorro, que viene La Saeta con su propulsión a chorro!". "Entonces ya había pelea con los ingleses por las Malvinas y se estrenaron unos aviones que no eran de hélices y se hicieron muy famosos. Aunque también me decían: '¡Aserrín, aserrán, ahí viene el alemán!".

"Cuando era chico pensaba: si algún día jugara en River... y lo hice y ganamos un título. Y luego pensaba: si algún día jugara con Argentina... y fuimos campeones suramericanos. Así hay que ir por la vida, chano-chano, que quiere decir piano-piano".

Entre los recuerdos, partidos inolvidables como el 3-1 en Viena, contra el Rapid. El Madrid había ganado 2-0 en el Bernabéu y perdía 3-0 al descanso. "De allí viene la Santiaguina. Bernabéu bajó al vestuario y nos dijo: '¿Qué están haciendo?'. Y me ahorro el taco. Fue la única arenga que dio, porque no preguntaba ni el equipo que iba a jugar. Aquella noche Happel metió los tres goles; de penal, libre directo y jugada. Eran un equipazo. En la segunda parte, me vino un balón y le dije al nene Marsal que me la dejara...". Di Stéfano marcó de chilena. "Entonces apareció la niebla y nos fue estupenda...". El Madrid derrotó a los austriacos en el desempate (2-0), pasó a cuartos y terminó por ganar la Copa de Europa contra la Fiorentina.

"Les va a extrañar, pero en esa época nevaba y llovía. Recuerdo una eliminatoria contra el Sevilla que les metimos ocho, y había hielo y andábamos como cerdo en baldosa. O cuando viajamos a Belgrado. Creíamos que el telón de acero existía de verdad y estábamos asustados. Quince mil personas fueron al entreno y Villalonga nos dio una paliza, como si se tratara de un partido. Algunos quedaron muertos, finados. Al día siguiente amaneció nevado y pasaron unos troncos para limpiar el campo y quedaron carriles a dos niveles. Perdimos 3-0 y salvamos el pase porque habíamos ganado 4-0 en el Bernabéu. Cuando terminó el partido nos tiraban bolas y Villalonga se fue muy digno sacando pecho, pero le tiraron una bola con una piedra dentro y ¡casi se lo hunden!".

"No sé cuál fue la mejor Copa de Europa que ganamos. La más importante fue cuando vencimos 3-2 al Milán. Y luego la primera. Y después la cuarta. Aunque también fue importante la de Mijatovic. Todas lo fueron".

Por último, Ramón Calderón tomó la palabra: "Quiero darte las gracias en nombre de los 300 millones de madridistas que hay en el mundo por lo que has significado. Eres el máximo responsable de que este club sea el mejor del siglo XX. Te espera un gran homenaje. El día 17 Platini te hará entrega del Premio Presidente de la UEFA y luego inauguraremos tu estatua en Valdebebas frente al estadio que lleva tu nombre".

"Estoy muy agradecido por ese homenaje, no me lo merezco, pero como me lo dan yo lo acepto con gusto. En mi familia están todos muy contentos, hasta ha venido mi hermana de Buenos Aires. Siempre llevo clavado en el corazón ayudar a mis compañeros y los espero a todos el día 17".