Barcelona se resigna: su objetivo es la Copa

Resignación en la Barcelona culé tras la última jornada de Liga: sólo la puede perder ya el Madrid. El barcelonismo ha enterrado el cuento de la lechera que manejaba no hace tanto. Ya no hay cábalas en medios de comunicación y tertulias sobre dónde puede pinchar el Real y recortarle distancia su equipo. Ya todo se pone en manos blancas, pura quimera: ¿morirá el Madrid de éxito como murió el Barça hace un año cuando desperdició una ventaja similar en el campeonato? ¿Influirá negativamente en los de Schuster tenerla tan de cara y tan pronto?

Destacados periodistas e hinchas aficionados a intervenir en radio y televisiones consideran que "al Barça le irá bien que el Madrid elimine a la Roma y se distraiga en la Champions". Confusión total tras el 1-1 de San Mamés y el 3-2 del Bernabéu, con sus dosis de sorna: "Recordamos al Barça de Gaspart y Serra Ferrer, vamos a por la Copa".

Tal ocurrencia la azuza la decisión de Rijkaard de reservar a Milito y a Márquez en San Mamés, que fueron titulares en Villarreal (ida de la Copa) y lo serán el jueves en la vuelta del Camp Nou. La impresión general es que el Barça empezó a despedirse de la Liga la noche que perdió con el Madrid y su éxito ante el Sevilla, en octavos de final, le animó a considerar que el del KO es su torneo nacional del año. La Champions es un tiro al aire, claro.

Los finales. Desde el 0-1 (Baptista) sumaron los azulgrana diez de los doce puntos en disputa (ganaron en Mallorca, a Murcia y Racing, ambos de local, y empataron en Bilbao)... y la distancia aumentó en dos, pues el Madrid sumó doce de doce. La fortaleza blanca pesa en el ánimo barcelonista. El tono recuerda el de los viejos tiempos: el Madrid lucha hasta el último minuto; el Barça, no.

Los finales de sus partidos del domingo avalan esa teoría. El Madrid se vio empatado a falta de quince minutos y ganó. El Athletic igualó faltando catorce y no ganó de milagro. El Barça apenas vio ya a Aranzubia.

El 7 de mayo es una fecha clave

Las cuentas son claras: si el Real Madrid mantiene la ventaja de nueve puntos que tiene (aunque, con la tendencia actual, lo normal sería aumentarla) el 7 de mayo podría ser la fecha clave. Se juega el clásico en el Bernabéu, una gran oportunidad para cantar el alirón.