Un Madrid letal

Primera | R. Madrid 2 - R. Zaragoza 0

Un Madrid letal

Un Madrid letal

LA OTRA

El Real Madrid no jugó bien y durante más de una hora estuvo a merced de sus rivales, pero volvió a recurrir a la eficacia de sus delanteros para dar la vuelta al partido y llevarse la victoria. Van Nistelrooy acudió puntual a su cita con el gol y Robinho provocó los dos goles en las escasas oportunidades en que estuvo acertado. Por supuesto, Casillas recuperó su estrella para evitar las acometidas de Milito, Oliveira y Sergio García en los 24 remates que efectuó el Zaragoza en el partido.

Comenzaba el partido con un Real Madrid arrollador, con buen juego y los de Schuster se las prometían muy felices. Pero todo resultó una serie de fuegos artificiales puesto que el único tiro fue de Van Nistelrooy y quince minutos después el partido cambió radicalmente.

La situación se invirtió cuando Diego Milito encontró los primeros huecos en la defensa madridista, Sergio García comenzó a desbordar desde la posición de extremo derecho y Heinze abandonó el campo por lesión. Primero llegó el gol anulado a Oliveira por fuera de juego y después una ristra de oportunidades para Sergio García, Oliveira y Milito que obligaron a Casillas a protagonizar de nuevo el juego madridista. El de Móstoles evitó el tanto del argentino en un gran mano a mano y al descanso arribaron los equipos sin goles únicamente por las actuaciones del guardameta.

Sin solución pero con eficacia

A la salida de los vestuarios nada cambió, pues Baptista y Diarra no imponían su físico en el centro del campo y los madrileños disponían de un juego basado en el contragolpe. Schuster intentó dar la vuelta a la tortilla pero la entrada de Guti por un inoperante Sneijder tampoco funcionó. De hecho, los chicos de Víctor Fernández fueron afinando su puntería y Oliveira llegó a rematar al palo en la vorágine de ocasiones en el área de Casillas.

No obstante, como suele ocurrir en estas ocasiones, el Real Madrid cortó la hora de dominio zaragocista con un destello de Robinho dentro del área y el certero remate de Van Nistelrooy terminó en gol ante la sorpresa general de los visitantes. Era el minuto 20 de la segunda parte y todo el trabajo desarrollado por el Zaragoza en la última hora se había venido abajo y los jugadores perdieron la confianza que les había hecho dominadores del partido.

Era el caldo de cultivo perfecto para los jugadores veloces del Real Madrid y para el lucimiento de Robinho, quien superó en velocidad a los escasos efectivos defensivos que le quedaban a su rival y sentenció con el segundo tanto. De hecho, desde entonces hasta el final los locales aprovecharon los espacios y su experiencia para finalizar plácidamente un partido que durante gran parte del mismo se le complicó. Por si acaso, Casillas volvió a volar ante los últimos intentos rivales que salpicaron los últimos instantes y dejó claro que sin él, el Zaragoza habría conseguido más de un tanto en su visita al Bernabéu.