El mundo al revés. El Racing en zona europea y el Sevilla perdido en la zona media de la tabla. Cántabros y andaluces afrontaban el último envite del año con los papeles cambiados. Los de Jiménez necesitaban la victoria para no acabar 2007 totalmente descolgados de sus objetivos. La ausencia por sanción de Luis Fabiano se convertía en una dificultad añadida para los locales. Los de Marcelino, situado en muy buena posición para dirigir a los de Nervión el próximo año, llegaban al encuentro con el objetivo de romper la mala racha que les mantenía sin vencer en el Sánchez Pizjuán desde 1996. Munitis, en un estado de forma envidiable, era la baza principal para seguir haciendo historia esta temporada.

La condición de visitante no supuso ningún handicap para el Racing, que saltó al campo dispuesto a hacerse con el control del juego imprimiendo un ritmo alto al encuentro desde el inicio. La presión santanderina ahogó por completo al Sevilla en el primer tramo del partido.

Con el paso de los minutos el Sevilla se fue sacudiendo el dominio de su rival y el Racing empezó a encontrarse más cómodo sin balón que con él. El ritmo eléctrico del incisivo Diego Capel hizo despertar a su equipo, que se puso manos a la obra y obtuvo el premio en su primera jugada bien trenzada del partido. Tras una excelente pared entre Daniel Alves y Maresca, con taconazo incluido, fue Kanouté el que acabó abriendo el marcador.

El gol sirvió al Sevilla para borrar al Racing del terreno de juego y hacerse con el dominio del partido. Apareció entonces el Sevilla rápido y eléctrico que tanto echaba de menos la afición del Pizjuán. Antes del descanso, Munitis estuvo cerca de igualar el partido con un tiro cruzado que atajó sin problemas De Sanctis.

Lo que parecía un partido ya encarrilado para los de Jiménez se torció en los primeros minutos de la segunda mitad. Un disparo lejano de Garay fue despejado espectacularmente por el portero local, pero la jugada aún no había terminado. El saque de esquina fue rematado de cabeza de nuevo por Garay, logrando la igualada. El Sevilla volvía a tropezar de nuevo en la misma piedra, la psicosis del juego a balón parado.

Apareció Chevantón

El empate reactivó al Racing, que se lanzó decididamente a por los tres puntos. El Sevilla lejos de amedrantarse continuó haciendo su juego comandado por los incansables Alves y Capel. En defensa, Mosquera, que acabó cuajando un excelente partido, dirigía a placer el juego defensivo de su equipo.

La confianza que Jiménez ha depositado en Chevantón, olvidado por Juande, sirvió al conjunto andaluz para adelantarse en el marcador. El uruguayo, que saltó pocos minutos antes al campo, ejecutó magistralmente un lanzamiento de falta desde el borde del área ante el que nada pudo hacer Coltorti. Una vez más el charrúa aprovechaba su oportunidad.

El Racing no estaba dispuesto a irse de vacío y el Sevilla quería sentenciar cuanto antes el encuentro. Así, el partido se convirtió en un ir y venir a ambas áreas con oportunidades de peligro para ambos conjuntos.

La expulsión de Garay, tras una dura entrada sobre Capel, presentaba al Sevilla una oportunidad inmejorable para finiquitar el encuentro. Y así fue. Maresca, en un nuevo destello de calidad, dejó a Navas sólo ante Coltorti para que lograra la sentencia. El festival sevillista se completó con el cuarto tanto, logrado por Adriano en el descuento del partido tras una buena acción personal.

El Sevilla toma aire con los tres puntos conseguidos en un partido en el que ofreció bastante mejoría en su juego. El Racing se salió del partido tras quedarse con un jugador menos.