Cuarenta y dos años después de aquel Real Madrid-River Plate que sirvió de primer homenaje a Gento... ¿Qué recuerda del partido?

Para mí fue un sueño jugar contra la famosa delantera del Madrid: Di Stéfano, que estaba en el Espanyol por entonces, Puskas, Kopa, Amancio y Gento. Empezamos ganando por 0-1 pero en la segunda mitad entraron los titulares y nos remontaron. Incluso Gento me hizo un gol, el tercero. Para mí hubo otra alegría, y es que Bernabéu me dijo si quería fichar por el Madrid. En aquella época los argentinos no salíamos de nuestro país y al final me quedé. Fue una pena, de haber venido hoy seguiría parando. Iker estaría en el banquillo aprendiendo... (risas).

Menudo equipo el que tenía usted delante...

Eran fenomenales. Después del partido hubo una cena para los dos equipos. Yo me senté enfrente de Puskas y como soy buscón de nacimiento, le dije que cómo podía jugar al fútbol con panza. Y el húngaro me respondió: "A mí no me harían un gol desde 40 metros como a ti". Se refería al golazo que me metió Grosso ese día.

Tercer homenaje del Madrid a Gento, un hecho inaudito.

Y muy merecido. Hace poco estuve con él y parece un niño. Este partido ha sido un regalo para su tercera niñez y se le quedará grabado en la retina.

Siempre se ha hablado de La Galerna como el mejor extremo izquierdo de la historia. Usted que le sufrió... ¿tan excepcional era?

Era un galáctico de la época. En aquel homenaje ya era veterano, pero me sorprendió mucho su gran velocidad. Nunca vi uno como él, centraba en carrera como nadie. Era un futbolista que dejaría a Messi en el banquillo, y eso que el argentino es un enorme jugador.