Joaquín Caparrós mira al presente y al futuro del Athletic con inquietud. Consciente de las dificultades deportivas, se ha planteado la necesidad de ampliar la red futbolística, su mapa de mercado. Así, insta al club rojiblanco a que examine la nómina de futbolistas sudamericanos de origen vasco, medida que podía ser ampliada a México, donde existe una gran colonia. Los principales focos de jugadores con tales premisas residen en Argentina, Uruguay y Chile. La intención es no demorarse demasiado a la hora de dar los pasos.
No es el único que piensa así en el club, ya que el responsable de Lezama, Luis Solar, se ha manifestado partidario de abrir alguna escuela de formación en esos países y se apoyó en que el lehendakari habla de "nueve millones de vascos". Sin embargo, el técnico del primer equipo se refiere no solamente a futbolistas en categorías inferiores, sino a investigar la calidad de jugadores de cara al primer equipo.
Echando un primer vistazo a los clubes de la Primera División argentina salen los apellidos de futbolistas como Arzuaga, Zelaya y el veterano Azconzabal (Rosario Central), Arce (Lanús), Ibarra y Urribarri (Boca), Aguirre (San Lorenzo), Galarza (Banfield), Etchemaite (River Plate), Arrieta (Racing), Iriarte (Colón), Picabea (Olimpo) o Leguizamón (Gimnasia y Esgrima).
Por ejemplo, en México está el meta titular de la selección, el joven Guillermo Ochoa (América), que estuvo a punto de recalar en Santander. También el delantero del Atlas Ulises Mendibil. En la Universidad de Chile juega Manuel Iturra Urrutia y el principal goleador de Colombia es Wason Renteria. También internacionales son el venezolano Arismendi y los paraguayos Achúcarro y Ayala. Vamos, que por apellidos hay trabajo de investigación por delante.
Otra cosa es que el pensamiento del técnico, que todavía no se ha hecho público, encaje con lo que desea la afición, que siempre ha mostrado un arraigo claro hacia la actual filosofía. No es de extrañar que esta perspectiva de personas que trabajan a día de hoy en el club rojiblanco provoque un nuevo debate, que suele salir cuando al primer equipo no le van las cosas bien. Aunque también resulte comprensible para cierta gente tratar de buscar soluciones a esta crisis deportiva que se ha instalado en la entidad.
