"Si seguís jugando vamos a montar una muy gorda"

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"Si seguís jugando vamos a montar una muy gorda"

La amenaza ultra obligó a suspender el Atalanta-Milán

A los cuarenta segundos de partido, las primeras begalas lanzadas desde la grada ultra del estadio de Bérgamo impactaron contra el suelo. Los jugadores del Atalanta y del Milán miraban al cielo tratando de adivinar dónde iba a caer el siguiente proyectil. Así no podían jugar. Y la cosa fue a peor. Así hasta que llegó el minuto 7. Una avalancha ultra acabó con la valla protectora, y el árbitro paró el partido.

Dos de los jugadores del Atalanta con más peso del equipo, Bellini y Doni (como se muestra en la foto de la página anterior) trataron de razonar con los ultras, pero el mensaje que les llegó, alto y claro, les obligó a pedir al colegiado que suspendiera el partido. "Que sepáis que si seguís jugando un minuto más vamos a montar una muy gorda y va a ser peor para todos".

Las protestas de los grupos ultras se habían sucedido en todos los estadios de Primera y también en otros de categorías inferiores. Pero en Bérgamo fue peor. El motivo es que los tifosi del Atalanta y del Lazio, el club del que era seguidor el joven fallecido, Gabriele Sandri, están hermanados y simpatizan con el fascio.

Pero lo peor estaba aún por llegar, y no sucedió ni de día ni dentro de los estadios. Fue de noche y en las calles de Roma. La capital italiana vivió momentos de guerrilla, con los ultras del Lazio desbocados y, lo que es casi increíble, ayudados por los más radicales de su gran rival, el Roma, en la campaña de acoso y derribo a las fuerzas del orden romanas, con las que se enfrentaron durante varias horas en distintos puntos de la ciudad. Los ultras, que incluso levantaron barricadas en las calles junto al estadio, llegaron a asaltar una comisaría de Policía y también la sede del Comité Olímpico Italiano, que allanaron y destrozaron.

Los altercados fueron tran graves que el primer ministro, Giuliano Amato, tuvo que hacer una declaración pública para pedir orden en las calles, que a la postre tuvo que llenar de carabinieri para frenar los graves incidentes ya bien entrada la noche.

El Gobierno instó a la Federcalcio para que les haga llegar por la vía de urgencia las medidas que proponen para frenar la violencia en los estadios. Su presidente, Giancarlo Abete, que ha convocado una reunión urgente para hoy, no descarta suspender la próxima jornada para prevenir más altercados.