Aficionados italianos protagonizan importantes disturbios en Roma y Milán después del fallecimiento de un seguidor del equipo de fútbol del Lazio, de la capital italiana, tras recibir un disparo de un agente de policía que intentaba disolver una pelea entre simpatizantes del equipo capitalino y de la Juventus de Turín.

Al menos diez personas han resultado heridas en los disturbios, según informa la agencia de noticias ANSA. La Policía, sin embargo, dijo que los heridos son pocos y de gravedad menor. Un grupo de seguidores del Lazio bloqueó el tráfico de uno de los puentes que cruzan el río Tíber cerca del Estadio Olímpico de Roma con vallas metálicas y contenedores de basura, mientras otros aficionados intentaban asaltar la comisaría de la Policía situada en las inmediaciones de este mismo estadio. Los encapuchados aprovecharon la salida de un coche patrulla para penetrar en el patio de la comisaría. Una vez dentro golpearon las ventanas del edificio y prendieron fuego a uno de los coches policiales. La televisión Sky TG24 emitió imágenes de lo que parece ser un autobús que habría sido incendiado por los aficionados. Los aficionados lanzaron piedras contra los vehículos policiales y atacaron, asimismo, la sede del Comité Olímpico Italiano (CONI).

APcom informó que los pasajeros de un autobús tuvieron que ser desalojados cuando el vehículo no pudo cruzar el puente, bloqueado por los hinchas. Los viajeros tuvieron que refugiarse en las instalaciones de la comisaría. La central de la Policía en Roma informó de que las barricadas levantadas por los aficionados estaban siendo atacadas. Los agentes habrían realizado algunas detenciones, pero aún se desconoce el número exacto.

También hubo enfrentamientos entre aficionados y Policía en el centro de Milán. Unos 240 hinchas se reunieron en la Plaza Duomo después del anochecer, aunque no hubo disturbios en el lugar, informa ANSA. Otras informaciones aseguran que también hubo violencia en algunos campos de la Serie B -Segunda División italiana- en el sur del país.

Anteriormente, la situación provocó que las autoridades del fútbol italiano decidieran aplazar sin fecha el encuentro entre el Inter y el Lazio, así como retrasar el resto de encuentros de hoy, en los que los jugadores portaron brazaletes negros y que se retrasaron diez minutos en señal de duelo.

No obstante, otros dos partidos tuvieron que ser suspendidos. Primero fue el Atalanta-AC Milan, que a los 44 minutos de juego tuvo que suspenderse después de que los aficionados locales rompieran el cristal que separa la grada con el terreno de juego del estadio Azzurri D''Italia, mientras que el partido que cerraba la jornada, Roma-Cagliari, también se suspendió por los posibles disturbios que pudieran sucederse en la capital italiana.

MUERTO EN AREZZO

Gabriele Sandri, un aficionado italiano de 26 años, falleció en la mañana de hoy por un disparo que podría haber sido realizado por un agente de policía. El aficionado italiano, que se dirigía a Milán para presenciar en directo el Inter-Lazio de la Serie A transalpina, falleció esta mañana en un enfrentamiento con seguidores de la Juventus.

Todo comenzó cuando varios aficionados se enzarzaron en una pelea en un área de descanso de la autopista A1 a su paso por la ciudad de Arezzo, punto de paso entre Roma y Milán y entre Parma y Turín. Casualmente, aficionados del Lazio, que hoy jugaba en Milán ante el Inter, y la Juventus, que lo hacía ante el Parma, coincidieron en el lugar y tras increparse e insultarse, dio comienzo una batalla entre ambos bandos.

La policía intervino para resolver la situación y en su intento, según parece, uno de los agentes disparo al aire para asustar al tumulto. Sin embargo, el disparo acabó alcanzando a este aficionado, que falleció.

"Nuestro agente intervino para impedir la pelea entre dos pequeños grupos de gente", explicó el jefe de la Policía en Arezzo, Vincenzo Giacobbe, quien calificó de "trágico error" el incidente. "Quiero trasladar mi más profundo y sincero pésame a la familia de la víctima", agregó.