Dos penaltis y faltó uno

Primera | Racing 1 - Espanyol 1

Dos penaltis y faltó uno

Dos penaltis y faltó uno

carlos mira / serrano arce

No se pitó el de Oriol a Tamudo, que igualó en el 90'

El partido en el que Valverde se sintió más chulo que Schuster y casi se rotó a sí mismo, acabó en empate que los racinguistas discutirán porque eso de que te igualen en casa, en el último minuto y de pena máxima no lo admitimos aquí así como así. Y es que fue curioso. Un penalti de Torrejón a Munitis (que el Espanyol protestó no sé todavía por qué) abrió el marcador con suspense. Garay, que tira siempre a romper (la red y al portero si se le ocurre ponerse delante) apostó esta vez por un tirillo a la derecha de Kameni, gacela negra donde las haya. Adivinó Carlos la intención del argentino, que por algo era su santo, San Carlos. La pelota se fue al palo y Tchité, que es congoleño, (si hubiese sido camerunés no habría marcado pues habría roto a aplaudir a su paisano), fue el más listo en el tumulto y cazó el tanto que se evaporaba.

El Racing recibió ahí su premio. Al mando de un gran Óscar Serrano, que no hay peor cuña que la de la misma madera y más si es extremo zurdo y tiene ganas, buscaba ponerse por delante y lo logró. Con el 1-0. Valverde llamó a sus clásicos y en un plas-plas entraron Riera, Tamudo y De la Peña. A partir de ahí fue otro partido. Los de casa dieron un pasito atrás, o dos, y la VGP (Vieja Guardia Perica) manejó el juego y Toño empezó a vivir peligrosamente. En estas llegó otro penalti, pero no se pitó. Oriol atizó a Tamudo abajo, en el área, según se llega a mano derecha. Ni el línier, a cuatro pasos, ni el árbitro se enteraron. El mal momento visitante continuó con la entrada tremenda de Corominas a Serrano, que el árbitro sí vio (si llega a no verla hubiese sido preocupante) y le expulsó.

118 de Raúl. El Racing se sintió salvado. Con uno más y el adversario arriba, tuvo un par de contras para decidir. No lo hizo y cavó su tumba: con Tamudo suelto, un partido no se acaba hasta que cierran el estadio. Provocó una falta que Luis García tiró mal y cuando todo parecía liquidado, Luis Fernández derribó a su tocayo y entonces sí pitó penalti el colegiado. Era el minuto 90, pero juraría que Tamudo no entiende el reloj: cuando quiere saber qué hora es, va y pregunta. Y eso le permite ejecutar un máximo castigo con la misma frialdad en el último minuto, en el primero o en el 37. Toque preciso a la izquierda de Toño, 1-1 y su gol 118 en la Liga. Marcó en 100 de los 292 partidos que ha disputado y es el segundo máximo goleador catalán en la historia del torneo. Le aventaja Joaquín Murillo (ex de Zaragoza y Valladolid) con 132. Si no lo caza este año, será el que viene.

Con este resultado, el Racing alcanza su sexta jornada consecutiva sin perder y el Espanyol, la séptima, récord del campeonato ahora mismo. Algo tendrá el agua de los dos cuando la bendicen.