El duelo que protagonizan esta noche Athletic y Recreativo en la zona baja de la clasificación no es moco de pavo. Andan los dos históricos, centenarios, del fútbol español con una seria crisis de identidad a cuestas, una debilidad goleadora tremenda (siete tantos en diez partidos) y, por lo tanto, cargados de urgencias. Malos síntomas para un cara a cara entre dos acomplejados ante la portería contraria. Caparrós no ha conseguido que su equipo gane un solo partido en La Catedral, que de temible ha pasado a ser una bicoca, mientras los de Víctor Muñoz, sin Uche y con Sinama Pongolle atascado, tienen menos puntería que una escopeta de feria.

Los Athletic-Recre suelen ser, en cambio, partidos con goles. Nada menos que 19 se han marcado en los tres antecedentes. Se antoja improbable una borrachera realizadora tal, fundamentalmente porque los técnicos de uno y otro equipo no suelen soltar demasiado carrete, prefieren bloques de hormigón armado.

No es de extrañar que el utrerano quiera meter aire fresco en su equipo. La patética imagen ofrecida en Getafe invita a una revolución, a piernas y cabeza frescas. De ahí que se esperen no menos de cuatro cambios. Ustaritz, por el sancionado Amorebieta, Javi Martínez devolverá al lateral a Iraola, Del Horno puede recuperar su sitio y el anhelado Yeste entrar por Gabilondo. El genial zurdo vuelve a pisar La Catedral cuatro meses y medio después. Su sola presencia puede terminar con el juego alocado y de presión desmedida. Deberá andar atento el Recre al balón parado. Javi Guerrero intentará inventar lo mismo.