La mañana no estaba para grandes alegrías en Lezama. No en vano, futbolistas y aficionados comparecieron cabizbajos en las instalaciones rojiblancas por la sangrante imagen ofrecida en Getafe, que ha supuesto dos pasos atrás en el ánimo rojiblanco. Había que agarrarse a algo para preparar con fe el inmediato encuentro ante el Recreativo. El entrenamiento dio una gran noticia: Fran Yeste ya está preparado para regresar al equipo. Salvo sorpresa, será incluido en la lista de convocados para el domingo. Y quién sabe si Caparrós no es capaz de atarse los machos y le pone de salida.

El técnico utrerano no aguanta más sin Yeste. Llevaba un par de jornadas marcando de cerca la evolución de su mejor talento técnico. De hecho, montó un partidillo con suplentes y futbolistas del Bilbao Athletic fundamentalmente para comprobar su estado físico. Exteriormente, fue todo bien.

El basauritarra completó con sus compañeros la hora de pachanga sin problemas, probando en ocasiones el cambio de ritmo. Dejó muestras de su calidad y superó el examen, hasta tal punto de que se quedó un cuarto de hora tirando faltas con barrera al guardameta del filial Raúl Fernández, bajo la supervisión de la mano derecha de Caparrós, Luci.

Necesita coger confianza, aunque es consciente de que el equipo echa de menos su poso en el juego y hará un esfuerzo por integrarse. Está como loco por volver. Necesita recuperar esa sensación de pisar un campo sin la terrible merma que suponía su problema de pubis.

Habrá que ver cómo llega hoy al entrenamiento tras la prueba, de la que salió muy contento a pesar de que persisten ciertas molestias en el adductor derecho. Yeste estará listo para regresar a San Mamés, donde no juega hace cuatro meses y medio, desde el dramático último encuentro de la pasada campaña ante el Levante, que supuso la salvación.

Resulta enriquecedor comprobar cómo le echa la afición de menos, cuando antes tenía a cierto sector de la grada dividido con sus actuaciones. Se espera que con él regrese la imaginación perdida.