"Aprendo español gracias a Moisés y a los culebrones"

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"Aprendo español gracias a Moisés y a los culebrones"

Apetecía una charla con Moisés y Lola, el eje y el equilibrio del equipo. El primero, curtido en el mundo blanquiazul, sabe que no todo será un camino de rosas, algo en lo que sueña el serbio. El restaurante Las Cuartetas fue el escenario de este encuentro, en el que los medios se explican.

Su fichaje fue cuestión de días el pasado verano: el rumor fue tomando cuerpo hasta que Paco Herrera, siguiendo los informes de Joan Carrillo, decidió irse a Belgrado y concretar el pase del futbolista para las próximas cuatro temporadas. Decían que Milan Smiljanic, Lola (Kalmar, Suecia, 19-12-1986) era muy joven como para llevar las riendas del equipo, pero tras un breve periodo de adaptación, el serbio ha sabido meterse de pleno en la dinámica de grupo y trasladar la sonrisa que esboza habitualmente al terreno de juego. Dice que lo que más le ha ayudado es el buen ambiente que reina en el vestuario, que eso es lo que le ha dado fuerza para irse olvidando del albinegro del Partizán para consolidarse en el blanquiazul del Espanyol. "Llevaba 15 años en el Partizán y tuve que cambiarlo todo, pero conforme fueron pasando las semanas me he ido sintiendo cada vez más feliz: todo va mejor de lo que podía imaginar", dice la traducción de Vladimir Stankovic, reputado periodista balcánico afincado en la capital catalana desde hace más de 15 años.

Ni en el Partizán ni en la federación serbia le permiten poder llevar serigrafiado Lola en su camiseta. Por eso, cuando tenía la pluma en su mano derecha para rubricar su compromiso con el Espanyol levantó la mirada y preguntó: "¿Me podré llamar Lola en la Liga?". "Evidente", respondieron los ejecutivos barceloneses. Entonces, sin pensarlo más, estampó su firma para comenzar una nueva etapa en su carrera, estrenar un nuevo camino en el que debía transitar en solitario, aunque su hermano Nemanja, ya ha pasado alguna temporada en su apartamento de Diagonal Mar.

Una de las personas que recomendó su fichaje fue Javier Clemente, seleccionador serbio y en dos etapas técnico blanquiazul. "Allí es un ídolo", afirma el medio, "aunque lo tenemos complicado para poder competir en la Eurocopa; hay que esperar a que Polonia no gane a Bélgica y en el último partido vencer a los polacos en casa", explica. Pero sigue con Clemente: "Desde el primer día aportó cosas interesantes y subió a seis o siete chicos de las inferiores al equipo absoluto: con ello, lo que nos garantizamos es el futuro de Serbia, que siempre tuvo futbolistas potentes y con espíritu ganador".

Siendo un chiquillo, Lola vio la guerra de los Balcanes casi de paso. Dentro de la gran desgracia vivida, Belgrado recibió los bombazos de la OTAN, aunque reonoce que aquella fue una ciudad privilegiada dentro de tanta destrucción. "Recuerdo que entonces era cadete de mi equipo y que estábamos fastidiados porque se retrasaron todas las competiciones. Hubo 78 días de ataques y sólo podíamos jugar en el parque. No entendí nada, aunque con el paso de los años uno ya lo mira todo de otra manera. Lo que nos importaba era sólo llevar una vida tranquila".

Sus padres.

La pasión por el fútbol le nace del talento de su padre (Branko) y del tesón de su madre (Miroslava). Ambos vieron que Milan tenía capacidad para jugar al fútbol: "Me dejaron que hiciera lo que quisiera". Los echa de menos, pero pronto los podrá tener con ellos. Esa fue una de las razones por la que estuvo a principios de esta semana en Serbia. "A la que tenga completamente regulado el permiso de residencia, podré invitarles siempre que quiera; mientras, deberé esperar", aclara el joven futbolista.

Branko Smiljanic fue futbolista del OFK Belgrado, pero no llegó a los niveles de su hijo. Visto el éxito, decidió enrolarse en varios equipos de segunda fila serbios antes de hacer la maleta y largarse a Suecia, donde con el paso de los años vio nacer a su hijo, el protagonista de esta historia.

La mamá es la que manda (como casi siempre). Amante de las teleseries, comenzó a descifrar el castellano a través de las producciones sudamericanas. Fue entonces cuando un día se plantó ante su hijo, que comenzaba a despuntar y le dijo: "Algún día me gustaría que jugaras en España". Y mira, con el paso del tiempo. De su madre aprendió muchas cosas, pero entre ellas a crecer a diario. Sabe que en España estará de maravilla, pero le hace falta un canal de comunicación. Acude a clases particulares para aprender castellano, pero no tiene problemas en afirmar que "aprendo español gracias a Moisés (Hurtado) y los culebrones; me encanta el tono en el que hablan y me es sencillo comprender las cosas". Antes de Navidad, el serbio ya charlará castellano.

La plantilla.

Lo recibió con los brazos abiertos y indica que siempre "lo agradecerá". Informa que Raúl Tamudo es "idolo en Serbia", sitio en el que también conocen a "Iván de la Peña y a Albert Riera". Los demás suenan, pero sin más. Eso sí, después de la gran victoria del pasado sábado ante el Madrid en el Olímpic (2-1), Lola aterrizó en Belgrado (vía Zurich) y la gente lo aclamaba por el aeropuerto y por la calle. "Los aficionados en mi país siguen este campeonato, posiblemente el más fuerte del continente. Lo veía por televisión, desde casa y me hizo gracia cuando el Valencia le pasó la mano por la cara al Barcelona y al Madrid; allí son hinchas de los equipos en los que juegan serbios, por lo que ahora seguro que hay aficionados del Espanyol, un club que cae muy, pero que muy bien".

Una vez se confirmó el traspaso de Gorka Iraizoz al Athletic Club, Moisés se quedó huérfano de compañero de habitación. Pero fue aparecer el serbio y comenzaron a compartir las horas de concentración. "Es un tipo fantástico", se arranca el catalán. "Es divertido y sabe cómo conseguir las cosas", afirma. La pareja de baile de Lola anda un poco preocupado ante los próximos compromisos que debe afrontar el equipo.

En una semana se medirán a Mallorca, Murcia y Santander, tres rivales que calibrarán el momento del grupo, después de haver tumbado a Sevilla y Valencia en sus estadios y al Real Madrid en el Olímpic. "El del sábado será muy dificil, pero peor nos lo pondrá el Murcia de Lucas Alcaraz". Y es que el técnico siguió insistentemente la evolución de Moisés, hasta el punto que lo tanteó para llevárselo a la Nueva Condomina el pasado verano. "Estuve muy cerca de fichar por el Murcia".

"La Champions League es un sueño, pero debemos caminar poco a poco. ¿La UEFA? Podría ser un primer paso, aunque resta muchísimo para poder comenzar a hablar en serio del asunto. Ahora sólo estamos buscando la posición". Moisés reconoció que sigue dándole vueltas a la expulsión que padeció en la final de Glasgow ante el Sevilla. "Es un lance que no se puede olvidar así como así, ya que pueden encuentros de ese calibre marcan la hsitoria. fue el peor momento de mi carrera deportiva", reflexiona Moisés, mientras Lola sueña con poder jugar un partido así vestido de perico. Tiempo al tiempo.