Robinho y Baptista tendrán sólo el castigo que está estipulado en el código interno de los jugadores por no acudir a un entrenamiento (sin causa justificada). La multa económica se ajustará a dicho reglamento (15.000 euros), el mismo que se utiliza cuando, por ejemplo, un jugador llega un poco tarde a una de las sesiones preparatorias en Valdebebas. No habrá un castigo extra para Robinho por la juerga de Río.

La decisión se tomó en la Junta Directiva que se celebró en la tarde de ayer en el Santiago Bernabéu. Pero además de ese encuentro de directivos se celebró otro paralelo, este último por la mañana, en Valdebebas. A esa reunión sólo acudió el cuerpo técnico, la dirección deportiva y Ramón Calderón. El presidente conoció de primera mano las explicaciones del futbolista: "Había muchos jugadores de la selección celebrando el título. Todo lo que se ha publicado sobre los preservativos y que la fiesta era mía es mentira".

Schuster no le va a pasar factura a Robinho por la marcha de Brasil. Hoy lo convocará para jugar ante el Olympiacos si su tobillo se lo permite (ayer pudo ejercitarse durante toda la sesión preparatoria).

Diarra es baja y Cannavaro, duda

Diarra lo tiene muy complicado para jugar, ya que casi se autodescartó ante la prensa en la zona mixta de Valdebebas después de que se retirara del partido ante el Espanyol con un fuerte golpe en su rodilla derecha. Por otro lado, Cannavaro trabajó ayer en el gimnasio, ya que no termina de recuperarse de sus problemas en la rodilla izquierda, en la que sufre una fuerte contusión. De hecho, ante el Espanyol recibió otros tres golpes seguidos en la zona maltrecha que han empeorado su estado físico. Aun así, el italiano forzará para poder jugar mañana.