Estaba muy contento en el inicio de Liga, pero su Valladolid ha perdido el paso.

Los cuatro primeros partidos fueron buenos, los pudimos ganar, luego vino el accidente de Mallorca y frente al Racing no supimos jugar con un gol en contra. He notado algo de ansiedad en los jugadores.

Han mantenido el bloque del ascenso, usted lo tenía claro en este sentido.

Yo creo en el equipo que tenemos, los jugadores están conmigo y saben lo que tienen que hacer, saben a qué juegan. Gastamos millón y medio en fichajes. Sé lo que tengo y estoy contento. La economía del club tampoco permite mucho más.

¿Ha renovado ya su contrato, por cuántos años?

Está apalabrado, pero por cuestiones de agenda no se ha firmado todavía. Se hará uno de estos días. Es para un año más, aunque me ofrecieron seguir dos.

¿Qué le pasó en el Athletic, por qué no funcionó?

En el Valladolid ya sabemos lo que hacemos porque nos ha ido bien, al Athletic fui con mi idea y encontré un grupo que había funcionado con otra. Supongo que no encajamos. Pudo haber un error de todas las partes, no sé con qué porcentajes.

Su idea sí caló en Pucela.

Al llegar al Valladolid hablé con varios jugadores y les propuse lo que quiero. Estuvieron encantados porque llevaban varios años pensando en jugar tocando porque se creían muy buenos y no ganaban. Si los capitanes asumen la idea, tengo mucho ganado. Eso es lo que pasó en el Valladolid.

¿Cómo calificaría su fugaz paso por el Athletic?

Fue un máster en todos los sentidos, en lo deportivo y en lo externo, en el trato con la Prensa.

¿Qué impresión tiene del Athletic que dirige Caparrós?

Le he visto poco, ni un partido entero. Tengo un par de vídeos para ver, pero sé lo que decís los periodistas. El Athletic tiene dificultades, pero como las tenemos muchos.

El domingo estará por primera vez frente al Athletic.

Es un partido difícil por la situación de los dos. Te fastidia llegar así a este partido. Quiero que para mí sea un partido más y darle la trascendencia por los tres puntos. En la vida pensaba que entrenaría en Primera y menos al Athletic. La única espina clavada es no haber sido jugador de Primera.