Lo arreglaron Leo y Undiano

Primera | Barcelona 2 - Sevilla 1

Lo arreglaron Leo y Undiano

Lo arreglaron Leo y Undiano

Dos goles de Messi disimulan el mal partido del Barça. El Sevilla, pobre. El árbitro anuló un gol a Kerzhakov: pitó peligro. Kanouté descontó después.

Los cincuenta años del Camp Nou merecían otra cosa. Por la memoria de Kubala y un montón de extraordinarios futbolistas más, del Barça y de quienes lo visitaron. Di Stéfano, por ejemplo y con perdón. Pero sobre todo por Laszi, cuyo fichaje obligó al club a construir un nuevo estadio. El viejo Les Corts se quedó pequeño. La gente se volvió loca e iba en tropel a verle. Kubala hizo cosas que nadie había visto por aquí y se produjeron avalanchas que aconsejaron a la directiva culé de entonces dar el paso al frente. Lo hizo el presidente Paco Miró Sans. Kubala y él se debieron desesperar anoche en el cielo. Los Olivella, Segarra, Biosca y compañía, en la tierra. Les animó Messi en la recta final del partido. Messi es otro futbolista que podría obligar a su club a levantar un estadio. Fue el mejor con diferencia.

En el capítulo de desesperados, los sevillistas sí ganaron el partido. El Barça se impuso sin grandeza ante un Sevilla desconocido. ¿Tanto le puede pesar a un equipo meterse en la Champions? No sabría decirles. Total, han jugado un partido y estamos en septiembre. Pero lo suyo fue el aplatanamiento químicamente puro. Ni Alves ni Navas ni Kanouté ni nadie. Ese no fue el Sevilla, nos lo han 'cambiao'. Ojalá sea por poco tiempo.

Durante más de una hora, en este tiempo de Ramadán fue como si todos se hubiesen puesto de acuerdo para cumplirlo. Como si nadie hubiese comido en tres días. Blancos y negros. Cristianos y musulmanes. Incluso militares sin graduación. Hasta la aparición goleadora de Messi los mejores fueron los destructores, con eso se hacen una idea de lo que fue el partidito. En eso, Keita estuvo bien. Y Poulsen, hasta el penalti. Como Touré, por ejemplo. El Barça está mejor atrás que adelante: tela. Los artistas apenas aparecieron. Empezaron bien Messi e Iniesta. Éste aguantó como pudo ante tanta falta de colaboraci Leo se durmió hasta que Henry le puso el despertador, con el pase del primer gol. Xavi fue sustituido por incomparecencia. Deco peleó, sólo eso.

El ritmo cansino del Barça no le sienta bien a Henry. Está a años luz de su mejor versión, pero si se la das al espacio abierto y libre se apaña la mar de bien. En una de las pocas que tuvo se plantó ante Palop y tiró al poste. En la primera parte, Renato cabeceó a la escuadra, por fuera, y en la segunda, Márquez al palo, también por fuera. Tercer maderazo de Henry en lo que va de Liga, por cierto. De pronto, seguramente fastidiado por la falta de ángel en el juego de su equipo y de todos se vistió de asistente. Había salido Giovanni y en una contragolpe confundió a los centrales sevillistas. Henry se sintió Cesc y le metió una pelota en el corazón del área a Messi: control magnífico y chutazo a la izquierda de Palop, imposible para él. Leo se giró hacia el palco celebrando el gol a lo Ronaldinho. Como el brasileño vio el partido en el vestuario (le daban masaje, por lo visto) hay que interpretar que además de al 10 se lo dedicó a la junta de Laporta, a la que el vestuario echa en cara haber colaborado para que se supiera urbi et orbi que el brasileño cierra discotecas. El 1-0 acercó al Barça a su objetivo: ganar como fuera. Poulsen cerró el cotejo con un penalti por agarrón a Giovanni. Hubo penalti, sí, pero por ahí no se pitan muchos de esos; en el Camp Nou, sí. Messi, de tiro flojito y seguro, batió a Palop.

Polémico final.

A base de vergüenza torera, el Sevilla buscó a Valdés, que pasó una noche tranquila hasta que el Sevilla buscó la heroica. En el penúltimo arreón le batió Kanouté para salvar el honor de un equipo que tiene eso, honor y mucho. Lo que le falta es recuperar su fútbol. Antes llegó el gran 'gag' de Undiano, que anuló un gol a Kerzhakov sin que se sepa por qué. Igual por ruso... Cuentan que por falta previa de Kanouté: juraría que sólo se protegió. Undiano pitó peligro, no se hable más. Pudo ser el 2-1 antes del 2-1, pero como el Barça juega sin red resulta dificilillo sorprenderle. Y más si el adversario llega tan poco como llegó ayer el Sevilla. ¿Ronaldinho? Bien, gracias. Dicen que hay que ayudarle. ¿Tan mal está?