A rey muerto, rey puesto

Primera | Barcelona 2 - Sevilla 1

A rey muerto, rey puesto

A rey muerto, rey puesto

Reuters

Tras la agria polémica de los últimos días con Ronaldinho, el Nou Camp se encontró con su nuevo héroe, Messi, que gracias a un desconocido Sevilla y a los chispazos de Henry e Iniesta se llevó los tres puntos. Al final se llevó un susto con el gol de Kanouté en el descuento.

El partido llegaba al Nou Camp con la polémica de Ronaldinho y sus famosas salidas nocturnas y eso que el brasileño no figuraba ni en la lista de convocados por una lesión. Ya nadie recordaba que el Barcelona debutó el miércoles en la Liga de Campeones con victoria y que llegaba a Barcelona el equipo de Juande Ramos, herido por la derrota en Champions.

Los primeros minutos desviaron el tema central de estos días gracias a la mágia de Messi, que con sus jugadas hizó que el Nou Camp se centrará en el partido. Tuvo el Barcelona dos ocasiones claras de marcar en diez minutos pero la defensa hispalense cortó el peligro.

Tras quince minutos de partido el conjunto blaugrana parecía bajar un pistón las revoluciones del encuentro y que el Sevilla se asentaba en el campo. Deco hizó una fuerte entrada a Adriano y poco después Zambrotta veía la amarilla cargando con el pecado del portugués.

Susto

Y este Sevilla, que cuando parece que no hace nada también crea peligro, tuvo en su primer disparo a puerta el gol ya que Renato envió a la cruceta un cabezazo muy intencionado. Pero sólo fue un pequeño susto y un espejismo. Los hombres de Rijkaard llevados por Iniesta en la creación, con Touré y Deco en la contención, destrucción y disparos lejanos junto con Messi, que era la refencia arriba, no perdía la compostura y seguía trabajando por conseguir el primer gol. No era la mejor versión del Barça pero era suficiente con este Sevilla plomizo e irreconocible.

El que parecía más gris y errático era Henry, muy poco sacrificado y fallón, comparado con el resto de sus compañeros. Además parece no adaptarse a jugar sin espacios para poder desbordar ni sorprender al rival. Y así se llegó el descanso, con Barcleona y Sevilla consumiendo los minutos tanteandose con el respeto de saber que ambos conjunto son recientes campeones y que un despiste lo podían pagar caro.

Tras el descanso el público animó a su gente para que llegará el primer gol local y el Barcelona volvió a tomar la responsabilidad de llevarse los tres puntos. Y otra vez en las botas de Iniesta salió una de las mejores ocasiones azulgranas ya que dejó un balón en velocidad a Henry que el francés tampoco supo aprovechar, ni para centrar ni para disparar a puerta.

Justo después los locales tuvieron una nueva oportunidad ante un Sevilla desorientado y desconocido, pero Márquez mandó al poste el balón. Rijkaard, sin Etoo ni Ronaldinho en el campo, tuvo menos miedo a realizar cambios y se la jugó con Giovani sacando a Xavi. Y es que Messi pareció diluirse en la banda derecha y el mexicano podía ser de gran ayuda en el ataque. Además parece que Iniesta y Xavi cuando juegan juntos se roban el espacio y no encajan tan bien en el campo como en el papel.

Nuevamente pudo Henry cambiar el sino del partido al irse por velocidad, porque es ahí cuando se puede aprovechar al atacante francés, pero su disparo, con Palop rendido, se fue al palo. El Sevilla se arrugó, se echó atrás y empezó a jugar a la contra. Parecía que el empate sería un buen botín para ellos.

Destellos de los cracks

Ya parecía imparable el Barcelona atacando sin cesar y con toda la artillería embistiendo la muralla sevillana. Se hizo justicia. Iniesta manda la pelota a Henry, este cambia a Messi, que fusila a Palop y marca el gol de "Dinho" ya que el argentino levantó los brazos en clara dedicatoria a el gran ausente. Con un Sevilla roto, llegó el penalti tonto de Poulsen a Giovani al saque de un córner, ya que el danés agarró al mexicano y el árbitro no dudo en pitarlo. Messi se llevó el honor de volver a marcar y volver a dedicarselo a su amigo. Esto borró a los sevillanos del campo. Fueron los mejores minutos de un Barça enchufado y eléctrico.

Henry, libre de marcas y con espacio, sacó lo mejor de sí mismo y se alió con Messi para intentar agrandar el resultado. Sólo quedaban dar minutos a los suplentes y ovacionar a los héroes del encuentro. Messi se llevó la mejor ovación.

En el tramo final, al Sevilla le fue anulado un tanto del ruso Kerzhakov, por falta previa de Kanouté y poco después maquilló el resultado en el minuto noventa gracias a Oleguer, uno de los cambios, ya que Kanouté marcó de vaselina tras un fallo defensivo. Final con susto. Ya no hay victorias dulces para Rijkaard.

El Barcelona se encontró en Messi y en los destellos de Henry e Iniesta a sus mejores aliados para doblegar a un Sevilla descolorido al que parece estar pasandole factura sus últimas semanas. La muerte de Puerta, el cisma de Alves, el Ramadán de varios jugadores suyos y la disputa de la Liga de Campeones.