Durante su comparecencia ante los socios presentes en la asamblea, algunos de los cuales le mostraron su malestar,
Begiristain defendió su planificación deportiva -"no fue incorrecta"-, pero confesó que "todos fallamos" por caer en un "exceso de confianza".
"Hubo un exceso de confianza y de no ver el peligro; pensar que todo iba a salir por sí solo. Veíamos que había falta de intensidad, sobre todo con el resultado a favor", añadió, "como en los partidos ante el Betis o el Espanyol", ya en el tramo final de la temporada.
También manifestó Begiristain que el hecho de que fuese una temporada post-Mundial ("los jugadores van llegando tras el Mundial y la preparación es diferente") y las numerosas lesiones sufridas por el equipo desequilibraron a la plantilla.
Silbado por algunos presentes, Begiristain asumió los reproches como una "decepción por la pasada temporada" y un "estímulo para reaccionar". Además, prometió "un esfuerzo para mantener la intensidad, no ya de cada partido, sino de cada día".
Para evitar otra decepción deportiva, Begiristain prometió "la recuperación de organismos de control y sanción" con el objeto de asegurar el rendimiento deportivo, pero también "el respeto entre los jugadores; si uno es puntual, el resto debe serlo; si uno se entrena al máximo, el resto, también".
En su repaso a las bajas de la plantilla, el director deportivo confesó que la contratación del argentino Maxi López, llegado al Barça en diciembre de 2005 por 7 millones de euros, fue un error. "Se demostró que diciembre es un mal momento para hacer las cosas", dijo.
Begiristain puso a Javier Saviola como ejemplo de jugador "que se resiste a asumir que su etapa en el club ha terminado" y comentó que el club, pese a ello, le ofreció la renovación. "Pero decidió libremente tomar otro camino", informó.
Ilusión con los jóvenes
El responsable deportivo comentó que los dos jóvenes recién llegados al primer equipo, Giovani dos Santos y Bojan Krkic, están "suficientemente preparados" para competir a las órdenes de Rijkaard y que además servirán para garantizar la competencia en la delantera. "Aquel que no trabaje, sabe que con estos dos jugadores responderemos a las expectativas", dijo.
Sobre la situación del fútbol base, Begiristain explicó la crisis del Barcelona B, descendido el año pasado a Tercera división, refiriéndose al relevo generacional experimentado en el equipo.
"No quisimos cortar la progresión de jugadores como Cristian, Verdú o Peña, y apostamos por una plantilla joven y de futuro, pero más tarde comprobamos que le faltaba físico en una categoría tan competitiva como la Segunda división B", analizó.
También admitió que el gran objetivo del filial entrenado por Pep Guardiola será el ascenso a Segunda B.
Además, explicó que el club ha optado por prescindir del Barcelona C por la numerosa presencia de juveniles en el filial. "No tenía sentido", explicó el director deportivo, "seremos más selectivos".
