Aquella fue una noche terrible

Yo digo | Adelardo

Aquella fue una noche terrible

Los recuerdos que me suscita aquella noche del 21 de diciembre de 1966 son fastidiados. Estábamos esperanzados y nos salió mal. Peleamos, pero perdimos malamente. Fue una mala noche que nos cabreó mucho. Y era también una de las primeras en el Vicente Calderón, por cierto. Íbamos ganando 2-1 y perdimos, el Vojvodina nos eliminó de la Copa de Europa. Recuerdo a aquel jugador que tenían, Tankac, que nos la estropeó. Era pequeñín, jugaba con el siete y era rubio. Nunca olvidaré su rapidez. ¡Se metía por todos los lados! Y nos fastidió y nos marcó dos goles que les dieron el pase. De lo anterior, recuerdo que el viaje a Novi Sad fue extraño, no lo conocíamos, hacía mucho frío y fuimos allí pensando que le íbamos a eliminar sin problemas. Pero no.

Fue una noche mala. En el fútbol hay muchas y ya no hay rival pequeño. Cualquiera puede plantar cara a cualquiera. Yo recuerdo que aquello nos sentó muy mal. Recuerdo que salimos del estadio muy cabreados. Hoy, sin embargo, creo que el Atlético de Javier Aguirre si juega como sabe, le tiene que ganar sin problemas. No hay equipos flojos. Siempre debe irse con pies de plomo, pero no volverá tropezarse con la misma piedra. Al Atlético le ha costado muchos años volver a Europa, estar ahí, con los mejores. Ahora ha metido la cabeza y debe mentalizarse: no se puede perder. En la UEFA ha de jugarse con seriedad. Fuera, nada de volver con un resultado apretado; fuera hay que ganar cuanto más holgado mejor. Y en casa, claro, hay que masticar al rival. No hay más opciones.