Dicen que el que da el último siempre golpea fuerte. La frase es una realidad en el caso de Javier González, que ha vivido la campaña señalado por muchos como "el tercero en discordia" y entra en el último fin de semana de la carrera electoral vitoreado por sus seguidores (cerca de una centena acudieron ayer al Domine) y quizás con un gesto de preocupación por parte de sus rivales. Esa sensación se ha suscitado después de que el portugalujo anunciase que su entrenador es Vicente del Bosque.

Lo dijo y se fue, porque ya no admitió preguntas. Dejó la mesa en la que se había sentado sin compañía ("el tema deportivo lo he llevado yo en exclusiva y si fallo en esta presentación quiero que se me vea a mí como único responsable") para empezar a estrechar manos y repartir besos entre sus colaboradores más directos, había gente de su lista que aplaudía alborozado por la noticia recién recibida, y muchos socios de base que no quisieron faltar al desvelo del secreto mejor guardado por el ex agente de jugadores.

No dijo por cuanto tiempo firmaría ni quiénes serían sus colaboradores, pero se dio por satisfecho. Con García Macua y Ercoreca apostando por Caparrós para el banquillo, González ya ha conseguido un efecto diferenciador para tratar de convencer al socio. "Es el entrenador con mayor currículum de todos los que han pasado por el Athletic. El mejor entrenador del mundo. Lo ha visto todo en el mundo del fútbol y puede hacer un gran grupo de trabajo a su alrededor. No es un secreto que después del Real Madrid siempre ha manifestado que su equipo es el Athletic", destacó el candidato.

Del Bosque es ahora asesor personal de Arturo Baldasano en el Cádiz, pero ese puesto no tiene ninguna sujeción laboral. Está ahí por amistad personal con el dueño del Cádiz, que fue el mismo con el que compartió una fallida carrera a la presidencia del Real Madrid.

Equipo completo. Si González gana las elecciones del próximo jueves, Del Bosque se presentaría con la primera plantilla tres días más tarde en Lezama. Lo más probable es que llegue acompañado de Javier Miñano, preparador físico de confianza, y también tendrá gente de confianza en la estructura de Lezama.

Según desveló González, "en julio de 2006 Vicente recibió una oferta de México para hacerse cargo de la selección mexicana por dos millones de euros al año. Y lo rechazó.