Paraguay ganó con lo justo a un ingenuo equipo estadounidense

Copa América | Paraguay 3 - Estados Unidos 1

Paraguay ganó con lo justo a un ingenuo equipo estadounidense

Paraguay ganó con lo justo a un ingenuo equipo estadounidense

AP

Nada tuvo que ver el partido con el festival que los paraguayos se dieron ante Colombia y prueba de la discreción de su juego fue que Roque Santa Cruz, el goleador del equipo, pasó muchos más minutos encomendado a retener el balón y a apoyar a sus compañeros que a buscar la portería rival.

Paraguay ganó con lo justo a la ingenua selección de Estados Unidos en un encuentro en el que obtuvo su pase a los cuartos de final de la Copa América gracias a la efectividad de cara a puerta en acciones puntuales.

En cualquier caso, Paraguay tuvo una virtud, la de marcar cuando llegó, justo al contrario que su rival, que desperdició la práctica totalidad de las ocasiones, muchas de ellas claras, que se le presentaron a lo largo del encuentro.

El partido dio comienzo con las fuerzas parejas pero con Estados Unidos mucho más metido en el partido. Fruto de la relajación paraguaya y de la intensidad de su rival fueron las dos ocasiones claras, consecutivas y malogradas de Kljastan y Johnson en dos jugadas en la que lo fácil parecía marcar gol.

Sin que Paraguay diera muestra alguna de necesitar la victoria, una acción aislada y bien trenzada entre todo el ataque paraguayo, puso el 0-1 en el marcador al rematar Barreto desde cerca en una acción en la que nada pudo haber el meta Keller.

Paraguay, sin más mérito que el acierto en una jugada puntual, se había puesto por delante ante un rival ingenuo en algunos lances del juego, pero que manejó con muy bien criterio la pelota en el centro del campo gracias al ordenamiento de sus futbolistas y a sus constantes apoyos.

El lateral izquierdo Bornstein gozó de una clara opción de gol a pase de Johnson (m.33) que fue neutralizada con acierto por el meta Villar quien, sin embargo, no estuvo tan acertado cuatro minutos después en un remate comprometido de Clarke que supuso el empate.

El centrocampista de Estados Unidos lanzó un disparo seco y raso, que paso por debajo de las piernas de un defensor paraguayo y al que no llegó Villar a pesar de su estirada. Con este gol se llegó al descanso.

A Paraguay le había faltado intensidad y Estados Unidos se mostró muy tenaz y de esa misma forma dio comienzo la segunda parte, en cuyos primeros minutos los estadounidense mantuvieron la presión y las aproximaciones constantes aunque con poca claridad a la meta de Villar, quien se lesionó en un saque de puerta y fue sustituido por Aldo Bobadilla.

Esta sustitución dio suerte a Paraguay puesto que en la jugada anterior un error inmenso de la defensa de Estados Unidos, en una cesión al portero, fue aprovechado por Cardozo para nuevamente por delante en el marcador a los paraguayos.

Al igual que pasó con en el primer tanto paraguayo, el segundo también llegó cuando el equipo menos lo merecía. A partir de ese momento, el encuentro se trabó porque a Paraguay le faltó determinación para redondear la victoria con un tercer gol y a Estados Unidos no mostraba recursos futbolísticos para inquietar a los paraguayos, que se encontraban muy cómodos agazapados en su parcela ante un rival que dominaba sin crear peligro.

Al final, las opciones de gol para Estados Unidos fueron tan constantes como la falta de acierto de sus delanteros, que llegaron con frecuencia a la meta de Bobadilla, pero que no supieron conseguir el empate que, por momentos, pudieron merecer ante la selección paraguaya que fue muy práctica en sus planteamientos. Con el tiempo prácticamente concluido, una magistral falta directa de Cabañas puso el 1-3 en el marcador.