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Yo digo | Julián Martínez

¿Por qué aún somos del Aleti?

Julián Martínez
Actualizado a

Diez años después, aquel niño del famoso (y fabuloso) spot que le preguntaba a su padre "¿por qué somos del Aleti?", vuelve a preguntar (el niño ya talludito, harto de diez años de fracasos en el Calderón): "Papá, ¿por qué seguimos siendo del Aleti?". Y el padre, ciertamente, no sabe qué responder. No se atreve a responder. Diez años de miseria, y el último, todavía reciente, el peor Una pregunta y una decisión que hay que resolver en apenas unos días, cuando acaba el plazo para renovar nuestra condición de abonados del otrora glorioso Aleti; quinientos euros por barba (mil, si son dos forofatas) a descontar de la extra de julio. Sin ningún incentivo; con la amargura todavía fresca del nuevo fracaso liguero, de la histórica humillación del 0-6 del Bar con las migajas de la Intertoto (que suena a migajas de titiriteros), con los rumores de la marcha de Torres a Liverpool y con esa encuesta del CIS que nos relega del tercer al quinto puesto de los equipos favoritos de los españoles

Así que volvamos al principio, ¿por qué tenemos que seguir siendo del Aleti? Difícil respuesta. Y una petición: Cerezo, prométanos (garantícenos), antes de quitarle los dichosos quinientos euros a la extra de julio, que va a seguir con nosotros Fernando Torres. Porque él es el único aliciente que tiene este abonado. Y, desde luego, si se va el Niño de la Casa, yo prefiero gastarme esos quinientos o mil euros en gambas este verano o en algún viaje a Liverpool la próxima temporada