Si algo tienen los milagros es que son profundamente improbables. A eso se agarraba ayer la Real Sociedad para enmendar un año catastrófico, pero la conjunción astral de tres resultados que necesitaba no se produjo y terminó dando con sus huesos en Segunda, donde su historia no merece estar pero donde su presente le ha llevado con toda justicia. Sólo le cabe reflexionar, corregir los muchos errores cometidos y resurgir con fuerza del infierno de plata al que se ha visto condenado. Es imposible aspirar a nada si, el día clave, te haces dos goles en propia puerta, el mejor ejemplo del desastre que ha sido la Real.

Pero, por si había alguna opción de milagro, la Real se ahorró el tanteo previo y a los dos minutos Garitano ya había adelantado a los suyos, enviando un misil de presión a sus rivales de la zona caliente. Mestalla preparaba su música de viento, pero antes de empezar la sinfonía, Villa agrandó su espléndida campaña con otro gol, éste con efecto balsámico pues tranquilizó los ánimos locales que acabaron de aplacarse con el autogol de Víctor López. Por juego, los blanquiazules merecían más y, antes del descanso, De Cerio hizo el 2-2 sacándole los colores a la zaga valencianista.

Con todos los marcadores apretados en la zona de descenso, los últimos 45 minutos del año iban a ser testigos de un drama absoluto. Los de Lotina partían en la peor posición de la parrilla y en ella se quedaron pues los bríos con los que arrancaron el partido no aparecieron en el segundo acto, donde la superioridad ché se impuso.

Conforme llegaban los goles del Celta, el Athletic y el Betis, el espíritu realista se hundía y con un rival noqueado, la voracidad de Villa le hacía encadenar una contra con otra. Pero, como nadie estaba para excesos, la ventaja local no fue obra del asturiano sino que llegó merced a otro autogol, esta vez de Estrada. Así era imposible soñar con nada más que bajar con dignidad a Segunda y eso hizo la Real, cuatro décadas después.

Quizás por respeto al duelo obligado que exigía el descenso en directo de un histórico, quizás porque faltaba mucha gente en Mestalla o quizás porque la afición no estaba disgustada, lo cierto es que el juicio popular que se esperaba para Quique quedó en nada. Pocos se acordaron del técnico, si acaso para respaldarle, y sólo hubo algunos pitos para un equipo que no ha terminado bien. La imagen de Moretti anotando en propia puerta también sirvió para resumir que lo mejor era que todo llegara ya a su fin.

Lotina

"Un descenso es algo muy importante y más si estamos hablando de un club que tiene la historia de la Real. Es un golpe muy duro para todos nosotros y para Guipuzcoa, pero lo hemos dado todo en el campo".

Quique

"El partido ha sido reflejo de la temporada, sin suerte y con lesionados. Lo de Albelda resume todo lo que nos ha pasado. En cuanto a mi futuro estoy tranquilo. El próximo año es importante que el Quique persona esté más próximo a todos".