La Liga fue un sueño real

Primera | Sevilla 0 - Villarreal 1

La Liga fue un sueño real

La Liga fue un sueño real

toni rodríguez

El gol de Fuentes certificó la UEFA para el Villarreal

Las sombras de once leyendas se pasearon anoche por Nervión. El espíritu de Busto, Joaquín, Villalonga, Alconero, Antúnez, Eguiluz, López, Arza, Araujo, Herrera y Campos merodeaban por el Sánchez Pizjuán antes del encuentro. 61 años después, volvía a ser posible. Pero el Barcelona primero y el Madrid después se encargaron de devastar esta bonita historia. El destino le ha otorgado todo al Sevilla en las dos últimas temporadas, pero no quiso quitarle a Ramón Encinas y los suyos su sitio privilegiado en la historia. La Liga fue un sueño muy bonito... que se quedó en Mallorca.

Las opciones de alcanzar la gloria eran escasas y el propio Sevilla se encargó, con un mal partido, de cerrarse las puertas definitivamente. No estuvo nunca metido en la cita, se mantuvo siempre disperso, mal colocado y con la cabeza puesta en la final de la Copa del Rey. Y no sirva esta radiografía del mal encuentro como reprimenda. Porque a este Sevilla poco se le puede criticar, después de una temporada sencillamente espectacular.

El Villarreal sí creyó que su objetivo era real. Realmente era así. Dibujó, en todo momento, un partido mucho más creativo para buscar la victoria que lo colara directamente en la UEFA. Senna y Josico se hicieron con el centro del campo, Pires y Cani le dieron velocidad al balón, José Enrique puso los impulsos y Fuentes, el gol necesario para certificar la misión que el equipo tenía encargada. El Sevilla se quedó cortocircuitado. Se olvidó de su fútbol precioso y dejó las bandas en casa. Kanouté se limitó a estar en el campo. Su eterno regreso de Mali lo dejó listo. No apareció. Aunque tampoco lo hicieron sus compañeros. El equipo sólo despertó en un par de acciones de Luis Fabiano en la primera parte y un disparo de Maresca en el segundo tiempo. Escaso rédito para alcanzar el premio del gol.

Con todo perdido, aunque con un mundo aún por delante, Juande colocó a Martí de lateral derecho y se la jugó con Chevantón y Kerzhakov. Pero no era la noche del Sevilla, completamente desfogado, sin chispa, sin pólvora. Era como si la máquina adiestrada por Juande no entendiese de sueños y sólo se activara ante las realidades. Y lo cierto es que la opción de ganar la Liga anoche sólo podía motivar a los extremadamente optimistas. El Villarreal entendió la descolocación de intereses y necesidades del Sevilla y acabó jugando con mucha comodidad.

Hasta aquí la historia de una Liga que los de Pellegrini remataron con ocho victorias consecutivas (nunca visto) y la UEFA. Y con un Sevilla con dos títulos europeos a cuestas, el honor de haber peleado por el campeonato hasta el final y con la deseada final de la Copa del Rey a la vuelta de la esquina. Fin.