"No soy un tipo duro, soy un técnico serio"

El público en general conoce a Fabio Capello por sus menesteres como entrenador del Madrid. Pero el italiano no es sólo eso. Esta semana se ha despojado del rutinario chándal del equipo para hacer de modelo para la revista masculina GQ. En ella ha mostrado su lado más humano en una entrevista realizada en la azotea del Hotel Eurobuilding.

Capello, con la clase que persigue a cualquier italiano en la pose, se sincera y reconoce su debilidad por España en general y por Madrid en particular: "El país ha vivido una revolución desde que yo llegué en 1996. Un cambio total, ha mejorado en todo: otros coches, otros edificios, otros escaparates, otros restaurantes...". Fabio reconoce que le gusta "ir a la moda", pero evita ser considerado una fashion victim, aunque no oculta que conserva una bolsa llena de gafas Zerorh+ (firma que luce desde sus inicios en la Roma para contribuir a ayudas benéficas): "Nunca las he contado".

Capello es un enamorado de la cultura. Y así lo demuestra con sus palabras: "Me encanta el Machupichu, las ruinas aztecas, los templos de China y de Angkor, Camboya. Me gusta viajar, los monumentos, el arte contemporáneo, Picasso, Chillida, Manolo Valdés. En cuanto a la lectura acabo de terminar 'La Catedral del mar' y me ha gustado 'Cien años de soledad'. Me gusta Kipling porque resume la vida".

El entrenador del Madrid no regatea las preguntas sobre la presión a la que está sometido en su segunda etapa en el club blanco: "En estos diez años el periodismo ha bajado su nivel de exigencia. Ahora con Internet las mentiras son verdad. Yo no soy un tipo duro, soy serio. Si entrenas dos horas al día hay que hacerlo bien. ¿Para qué hacerlo de cachondeo? Un entrenador está siempre solo contra todos. Todo el mundo te juzga, hasta los jugadores. Estás siempre uno contra 25... o contra todos".

Análisis. El humor no falta en las reflexiones del italiano: "Yo era técnico del Milán cuando mi mujer me dijo: 'Ve a ver cómo juega tu hijo'. Regresé y le dije: 'Mejor que siga estudiando'. Hay que ser serio". Ni tampoco sus dotes de sabiduría: "Los jugadores de ahora son chavales de 25 años multimillonarios. Antes eran ricos, pero el dinero era de papá y ahora es suyo. Si no quieren jugar, te dicen que les duele donde no puedes comprobar nada y lo saben". Su espíritu crítico también está latente: "Yo estuve de comentarista en la tragedia de Heysel (39 muertos) y todavía veo tontos que van a tirar algo al campo...". Capello en estado puro.