Sobre el hombro derecho del Atleti, un ángel de túnica blanca con tres rayas negras en las mangas. Has de ganar, le dice. Una victoria ante el Barça y toda la ciudad feliz: para tí la UEFA y para mí la Liga. Sobre el hombro izquierdo, un diablo grana con el tridente azul. No le escuches, murmura. Tu calendario es bueno. ¿De verdad quieres que tu vuelta a Europa se empañe por darle la Liga al Madrid? Puedes tenerlo todo. Perdiendo hoy, claro...
Evidentemente, el Atleti saldrá a ganar, pero este triángulo de amor bizarro entre los tres grandes no ponía a prueba a los futbolistas sino a la afición rojiblanca que, les aseguro, no tiene tan clara la respuesta. Si gana, pierde un poco. Si pierde, algo gana. Un caos.
Crisis. Mientras el Atleti anda sumido en dudas existenciales, al Barça es un alma en pena. Víctima de una sobredosis de éxito, agravada por las lesiones y la lucha de egos, había aguantado en pie a trompicones, pero el toque a rebato del Madrid le ha convertido en un niño tembloroso. Hay miedos irracionales que nunca se superan.
Para el Barça, lo blanco es uno y Torres otro. El Niño está descomunal y si Maniche vuelve a actuar de fiel escudero, Cibeles empezará a atusar a sus leones para la foto. Ojo también a Maxi, que podría apartar del once a Agüero y Jurado. Enfrente, Rijkaard es fiel a sí mismo: las tres estrellas (Etoo, Ronaldinho y Messi) con los tres bajitos (Xavi, Deco e Iniesta) detrás. Pase lo que pase, un valiente.
Y así llega el partido. Sobre mis hombros un ángel y un demonio y mi cabeza a punto de estallar ante tantas dudas. Qué empiece ya, por favor. Media Liga se juega en el Calderón y la grada no sabe con quién va. Qué grande es el fútbol, madre.
Leo Franco no pasó la prueba y no jugará
Leo Franco no superó ayer la prueba física a la que fue sometido y Javier Aguirre, tras preguntar al arquero las sensaciones que tenía, decidió no incluirle en la lista de convocados para recibir al Barcelona. Así pues, será el cuarto partido consecutivo en el que Pichu ocupará el marco rojiblanco. Por su parte, Pablo y Gabi se quedaron también fuera de la lista por decisión técnica. Aguirre debía elegir entre Perea y el central manchego y se decidió por el colombiano, dado que, en caso de necesidad, es el único que puede actuar también de lateral derecho.
