Zigic, el gigante de moda que quiere media Europa

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Zigic, el gigante de moda que quiere media Europa

Zigic, el gigante de moda que quiere media Europa

serrano arce

Juventus, Liverpool y Tottenham le pretenden El Madrid le sigue

En apenas siete meses de competición traducidos en veinticuatro partidos de Liga, Nicola Zigic ha puesto a media Europa a seguir su pista. Juventus, Liverpool y Tottenham han mandado a sus ojeadores a que comprobaran en directo el impacto causado por un jugador que desde sus 2'02 metros de estatura está contribuyendo de forma decisiva a que el Racing alcance su mejor clasificación en la historia y a que su precio esté ya en doce millones de euros.

El Real Madrid sigue de cerca su evolución a medio plazo pensando en la edad de Van Nistelrooy y en la capacidad de mejora del serbio. El Manchester United, que envió a Martin Ferguson a seguir a Garay también cuenta con informes positivos de Zigic por la excelente impresión que le causó al hermano de Sir Alex.

Más allá de los nueve goles que ha logrado y de su lógico poderío en el juego aéreo, Zigic está cautivando por lo que hace con el balón en los pies, inusual para un jugador de su envergadura. "Está muy coordinado, hasta el punto de que no me parece tan alto cuando lo veo en los entrenamientos. He trabajado con jugadores de estatura elevada, pero más bajos que él, como Carew y Anelka, y me daban la sensación de ser más grandes", comentaba con sorpresa el preparador físico del Racing Javier Miñano cuando le vio entrenarse.

Zigic ha encontrado en Munitis su pareja perfecta, una relación de simbiosis en el área que ha provocado que el cántabro le haya proporcionado siete pases de gol y éste le haya destinado cuatro de los seis que ha dado en lo que va de campeonato. Otra cifra que asombra porque habla de un tallo que puede entender el juego como un escurridizo mediapunta. Los cuatro penaltis que ha provocado redondean a un delantero incómodo por envergadura y técnica.

La última víctima de Zigic fue el Athletic pese ha haberle preparado un marcaje especial. Mané le ordenó a Murillo, uno de sus mediocentros, que se pusiera delante de él en los saques largos de Toño y en las jugadas a balón parado para ayudar al central al que le tocara medirse con él en el salto. El resultado fueron dos goles del serbio y un remate de cabeza que acabó en gol en propia puerta de Murillo. Y todo eso con media Europa tomando notas...