El regreso a una convocatoria, la titularidad, el gol y el buen partido de David Beckham ante la Real han devuelto la alegría al vestuario del Madrid. Según ha podido saber AS, cuando los hombres de Capello llegaron a los vestuarios de Anoeta a la conclusión del triunfo ante los donostiarras, se desbordó la euforia en torno al inglés.

Todos, incluso el propio Capello (el menos efusivo), se acercaron a felicitar a David. Frases como "tienes que jugar tú para que ganemos" o "¡han vuelto los galácticos!" se las dedicaron al británico varios de sus compañeros de equipo, lo que arrancó la sonrisa del propio Beckham.

Impasible.

Sin embargo, Beckham se tomó la victoria con naturalidad a pesar de lo mucho que se jugaban el Madrid y Capello en Donosti. Acompañado por García Coll, declinó hacer declaraciones a la prensa y se marchó directo al autocar del equipo con una ostensible cojera provocada por un golpe en el gemelo.

En el vuelo de regreso de Vitoria a Madrid, se sentó al lado de Emerson. Pasó los 45 minutos del viaje viendo una película de DVD. Tranquilo, pero sabedor de que le había ganado la batalla a Capello. Incluso, protagonizó la anécdota del vuelo cuando a una azafata se le cayó un refresco sobre la camisa del inglés. A su llegada a Barajas, David fue de los primeros en llegar al autocar que trasladaría al equipo al Bernabéu. Era el ídolo de la noche y los aficionados reclamaron numerosas fotos y autógrafos del último galáctico ante la atenta y seria mirada del mismísimo Capello...