La primera derrota de los 'Pross' en el Continente

Fue el anticipo del crack económico del 29, pero trasladado al fútbol, y por su importancia podría compararse al 3-6 de Hungría en Wembley en el 53. La primera derrota de Inglaterra fuera de las islas británicas ocurrió en su primer partido contra España y después de un choque épico, jugado bajo un intenso calor, un 15 de mayo de 1929, festividad de San Isidro, en el estadio Metropolitano de Madrid.

Un periodista bilbaíno, José María Mateos, había sido nombrado seleccionador un año antes. Mateos tomó del Madrid la base para España: Quesada, Prats, Peña, Lazcano y Gaspar Rubio. Para completar llamó a Zamora y Padrón, del Español; Marculeta y Yurrita, de la Real; Goiburu, de Osasuna y Quincoces, entonces en el Alavés.

La expectación estaba justificada: Inglaterra llegaba con más de 160 encuentros internacionales y un balance en el continente de 23 partidos jugados, 22 triunfos y un empate (ante Bélgica, 2-2). Para España es el partido 33. En veinte minutos, Inglaterra se pone 0-2 y se masca la goleada. Pero aparece el Mago Gaspar Rubio, que aprovecha una indecisión de Hufton e inicia la remontada. Lazcano empata con un disparo que primero da en el poste. Al descanso, 2-2. En un córner, se adelantan de nuevo los ingleses. Vuelve a marcar el rey del astrágalo de cabeza y el público invade el campo por la emoción. Nada más reanudarse el partido, el delirio: Goiburu marca el 4-3 con un tiro extraordinario.

Los españoles salieron a hombros y los Pross inventaron mil excusas: hacía mucho calor, el campo estaba regado, faltaba el goleador Dixie Dean y el técnico inglés Mr. Pentland había asesorado a los españoles. Era la primera vez y dolió. Tanto que nos metieron 7-1 en la revancha.