El Everton detuvo la buena racha del Liverpool que empató en el derby del Mersey tras seis victorias consecutivas. Yobo, Carlsley y Stubbs impideron tres tantos del Liverpool bajo los palos, sin ser ninguno de ellos portero. La actuación de los de David Moyes se entenderá como una extraordinaria demostración defensiva o como una vergonzante renegación del juego de ataque, según quién cuente el partido. Lo cierto es que Arteta y compañía hicieron lo que se les pidió y consiguieron cerrar todos los pasillos que llegaban a Bellamy, Crouch y Kuyt que jugó en banda.

Mientras, Frank Lampard estaba en crisis pero, casi sin darnos cuenta, lleva diecisiete goles esta temporada y empieza a ganar partidos para un Chelsea que, tras su victoria ante el Charlton, se queda a tres puntos del United. Un lanzamiento desde fuera del área fue suficiente para acabar con la oposición del rival londinense, mucho mejor en una segunda parte en la que pudo haber empatado si Peter Cech, el mejor de su equipo, no le hubiera cerrado la puerta.