El portugués se entrena incluso cuando no juega

Tras los cinco días de vacaciones que Cristiano Ronaldo disfrutó en Dubai, el jugador portugués se reintegró a la disciplina del Manchester United en las horas previas al encuentro que su equipo disputó el pasado sábado ante el Portsmouth en Old Trafford (los diablos rojos ganaron 2-1, goles de Rooney, y pasaron a la cuarta ronda de la FA CUP).

El portugués presenció el partido desde el palco de los jugadores no convocados junto a Saha y al argentino Heinze. Fue curioso ver cómo tras el descanso el jugador no volvió a la Tribuna. Antes, en la primera mitad pudo comprobar el cariño que le profesan los aficionados cuando todo Old Trafford comenzó a gritar "¡Cristiano Ronaldo, Cristiano Ronaldo!". Su ausencia estaba justificada: comenzó a trabajar bajo las órdenes de uno de los preparadores físicos en el gimnasio del estadio inglés.

Su turno. Ésta supuso la primera fase de su sesión de trabajo ya que a la conclusión del partido, cuando aficionados, periodistas y jugadores ya habían abandonado el estadio, Cristiano saltó al césped de Old Trafford para entrenarse con los no convocados y con los suplentes del partido. Con AS de testigo excepcional, el portugués comenzó a ejercitarse con el resto de compañeros, pero luego realizó una exigente sesión individualizada bajo la atenta mirada de los pocos empleados del club que aún quedaban en las gradas del estadio. Un grupo de ellos gritaron repetidamente "Cristiano eres el mejor, el número uno", lo que provocó las risas y el grito de agradecimiento del luso.

Tras media hora de intenso trabajo (Cristiano fue el último en retirarse) el crack abandonó el estadio de los diablos rojos. Comportamiento elogioso de lo que debe ser un profesional.