Primera | Real Sociedad
'Fermín el del banderín' se borra del derby de Anoeta
El polémico linier de la ida no va con Undiano por vez primera
Su exceso de vista le jugó una mala pasada en la primera jornada, en San Mamés, al obligar a Undiano a que señalase penalti a favor del Athletic cuando había sido el delantero Aduriz el que tocó el balón con la mano dentro del área y no Labaka, el defensor realista. Un error flagrante que pudo recomponer la Real con el postrero gol de Aranburu, pero que hizo que Fermín Martínez Ibáñez pasase a la historia como Fermín el del banderín por su torpe e imperdonable metedura de pata.
Ahora, una vuelta después, Undiano volverá a dirigir el derby vasco, según se supo ayer, pero sorprendentemente no estará asistido por Fermín. El juez de línea navarro no acudirá a Anoeta y serán los madrileños Juan Carlos Yuste Jiménez y Enrique Andrés Samper los que actúen en las bandas. Una decisión llamativa, ya que será la primera vez en toda la temporada en la que no vayan juntos. El miedo a posibles represalias por parte de la afición realista o a un exceso de presión en las decisiones que tomase han hecho que finalmente vea el partido desde su casa y no sobre el campo.
Hasta ahora, Fermín había hecho de juez de línea en todos los encuentros dirigidos por Undiano (Athletic-Real, Depor-Villarreal, Madrid-Atlético, Espanyol-Racing, Getafe-Mallorca, Recre-Valencia y Zaragoza-Sevilla), así como en los de la Copa, y también lo hará mañana en el aplazado Betis-Barcelona. Falta por ver si su sustituto, éste sí, está a la altura.
Mano de Aduriz y no de Labaka
La polémica rodea a Fermín Martínez Ibáñez desde la famosa jugada entre Labaka y Aduriz en el derby de la primera jornada. Entonces, avisó con su banderín a Undiano Mallenco de que el central de los donostiarras había tocado el balón con la mano dentro del área en un balón aéreo, pero la repetición le dejó en muy mal lugar al descubrirse, tal y como vio mucha gente, que había sido Aduriz el que había cometido la mano. De esta manera, no sólo no se castigó al infractor, sino que se le premió con un penalti que él mismo transformó para beneficio de su equipo.