Victoria para la esperanza

Primera | Real Madrid 1 - Zaragoza 0

Victoria para la esperanza

Victoria para la esperanza

AS

Gago e Higuaín fueron los futbolistas más destacados de un Real Madrid muy distinto en nombres, estilo y forma de afrontar los partidos. Tras la victoria, los blancos quedan a tan sólo dos puntos del líder, el Sevilla

Arrancó dominador el Madrid, tocando bien, jugando en corto, las líneas juntas, constantes apoyos, buena actitud en la presión y descaro en ataque; Gago garantizaba la distribución y el medio centro argentino, con más presencia y confianza en su tercer partido como blanco, era la brújula de un equipo que mostraba una actitud bien distinta a la vista durante las últimas fechas.

Pero, como viene siendo habitual en los últimos partidos, en Riazor fue Guti y en el Ruiz de Lopera, Roberto Carlos, y precisamente sobre el minuto diez de juego, cayó lesionado un jugador madridista y el ritmo, ese prometedor inicio, se rompió. Esta vez le tocó a Raúl, que cedió el brazalete a Helguera y dio paso a Robinho.

Prácticamente al mismo tiempo, Ewerthon le ganó la partida a Helguera y creo una jugada de mucho peligro que salvó la defensa madridista por los pelos. Y Milito confirmó el despertar del Zaragoza con una buena jugada por la izquierda que el joven Torres, un chico muy solvente y prometedor, supo cerrar con acierto.

Ya no dominaba tanto el Madrid. Tenían movilidad los blancos, ganas y orden, pero Aimar estaba empezando a carburar y los de Víctor Fernández se estiraban y buscaban las carreras de Diego Milito y Ewerthon. Pero había buenas noticias para el Madrid. Gago tiene temple, técnica, visión y pelea cada pelota, e Higuaín, descaro, personalidad y empaque de buen delantero. Entre los dos fabricaron algunas de las mejores jugadas de su equipo y de un pase del propio Higuaín llegó el gol de los blancos, de Ruud Van Nistelrooy.

Poco a poco, y más aún tras el gol, el Madrid se acabó mostrando muy superior al Zaragoza y pinto de blanco, con orden y criterio, el último tercio de la primera mitad. Justo antes del descanso, nueva jugada de Higuaín, con sombrero incluido, y parada de César. Ojo con el media punta argentino, el mejor de su equipo hasta ese momento, junto a Gago y Reyes, que mostró lo mejor de si.

Partido abierto y entretenido

Gago e Higuaín se buscaban. Y en uno de sus encuentros Gago cayo al borde del área en una jugada muy dudosa de la que nada quiso saber Ayza Gámez. A renglón seguido, Higuaín lanzaba a Van Nistelrooy y Gabi Milito tuvo que emplearse a fondo para detener al delantero holandés. Jugaban con intensidad los de Capello, con ganas de hacerlo bien y agradar, con rapidez de movimientos y una concentración en el juego que no estábamos acostumbrados a presenciar.

En este nuevo Madrid, nuevo por actitud y despliegue, Higuaín y Gago destacaban sobre el resto. El primero, por movilidad y atrevimiento, y el segundo, porque con él los blancos han encontrado, por fin, a un futbolista capaz de dominar la parcela central tanto en lo táctico como en lo técnico, un jugador que apenas marra un servicio y que ocupa mucho terreno.

El partido estaba divertido, abierto, muy entretenido, con dos equipos conscientes y tensos por lo insuficiente del resultado. Además, con la entrada de Movilla, los maños habían ganado a un buen pasador para sus puntas y el Madrid, aún jugando bien, tenía enfrente a uno de los equipos más dominadores y ofensivos del campeonato.

De cualquier forma, César tenía más trabajo que Casillas y el Madrid llegaba con más peligro que su rival, que lo intentaba sin demasiada suerte. De hecho, casi sentencia De la Red, que había salido por Robinho, pero el canterano perdonó, sólo ante un César espléndido, tras un contraataque nuevamente lanzado por Higuaín. Robinho también tuvo una gran ocasión después de llegar como una bala hasta el vértice del área, pero el brasileño mando el balón a rascar el poste.

Los últimos cinco minutos, con algunos futbolistas del Madrid fundidos por el esfuerzo, resultaron muy tensos para el Bernabéu. Tocaba sufrir y morderse las uñas y alguno se arrancó el dedo cuando Piqué remató al larguero tras un saque de esquina. Finalmente, y de forma merecida, el Real Madrid logró tres puntos que le colocan empatado a puntos con el Barcelona en la clasificación y a tan sólo dos del líder, el Sevilla.