Raúl no lideró la imagen de un equipo sin fe
Dentro del suspenso general, Raúl reflejó ayer la imagen de la impotencia, del desorden y la falta de fe. El capitán ni siquiera fue ese líder que tira y grita, que anima y se deja la piel. Se ahogó en la presión del Depor, perfectamente ordenada por Caparrós, que supo estimular a su equipo. Todo lo contrario que Capello.
Caos en el centro y ¡sólo siete tiros!
¿Por qué Ramos de lateral? Una improvisación sin sentido que fue un coladero. Marcelo entró ya sin tiempo.
La batalla ganada
¿Qué pasa con Cannavaro? Nefasto en el corte, sin anticipación ni seguridad. El italiano, entre otros, fue pasto del caos en la defensa.